Suspendida la Feria de la Patata de Chía

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La Asociación de Productores de Patata de Chía, APPC, ha anunciado la suspensión de la que iba a ser la novena edición de la popular Feria sobre este tubérculo que se organiza con gran éxito en esta localidad de la Alta Ribagorza. Una reunión este pasado fin de semana de los productores con las autoridades municipales certificó la imposibilidad de poder desarrollar el certamen al no poder garantizarse unas condiciones de seguridad y de distancia social adecuadas a lo que demanda la lucha contra el coronavirus.
El presidente de la APPC, Arturo Lanau, confirma que «muy a nuestro pesar» se han visto obligados a esta desconvocatoria de la Feria que debía celebrarse el próximo día 31. En este sentido, señala que el mercado artesanal, las actividades lúdicas, culturales y recreativas y la degustación del plato de gastronomía popular elaborado con las deliciosas patatas propias concentran siempre a gran número de personas y que, dadas las características del espacio en que se desarrollan los actos programados, «hacía muy difícil, prácticamente imposible, el control de aforos».
Sostiene Lanau que la celebración de esta Feria es una jornada «muy importante» para Chía y que se ha convertido en una auténtica fiesta «con la que se vuelcan los vecinos y que es una excelente tarjeta de presentación de nuestro municipio». Por ello, desde la APPC han querido hacer este difícil año un guiño al certamen con la instalación durante todo el puente de Todos los Santos de un puesto de venta de la pata local en la Plaza Mayor de Chía «para que nuestros visitantes puedan llevársela a sus localidades de origen».
Una patata que esta temporada es de gran calidad ya que, como recuerda Lanau, la campaña «empezó muy bien, por el estado de los campos en abril y mayo», una situación que se mantuvo en un verano «bastante fresco y con tormentas puntuales que han dado la humedad necesaria al producto» lo que ha dado como resultado una «muy buena» cosecha en calidad y en cantidad. «La recolección ha sido más tardía que otros años por las lluvias otoñales, pero al final hemos cosechado unas 100 toneladas, cifra sensiblemente superior a la de 2019», apunta Lanau recordando que éste es un cultivo de secano en altura y que las fincas donde se produce la patata se encuentran por encima de los 1200 metros de altitud, «lo que contribuye a dar al producto sus características especiales y hacen que su carne blanca y dura sea buena tanto para cocer como para hervir o freir».
Pese a la suspensión de la Feria, los cinco integrantes de la Asociación de Productores y los responsables del vecino Centro de Ocupación Socio-laboral «El Remós» -que lleva el peso del procesamiento y la comercialización de la patata- mantienen con el fomento y la promoción de un producto que desde 2014 ostenta el certificado de “cultivo ecológico” y que se ha revelado como una excelente herramienta de promoción y de fijación de población en el territorio.
Esta certificación como «cultivo ecológico» reconoce las estrictas reglas de trabajo fijadas por la Asociación de Productores y su apuesta por mantener la utilización de los métodos tradicionales -en los que no se utilizan abonos químicos ni productos fitosanitarios- para preservar la calidad de las patatas de Chía.

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