Representantes municipales y comarcales del entorno del congosto de Montrebei, tanto de la provincia de Lérida como la de Huesca, y los presidentes de ambas diputaciones, acordaron recientemente mejorar la regulación de los accesos de vehículos y visitantes, así como coordinar los tres aparcamientos de las respectivas entradas a este entorno natural con el objetivo de garantizar la seguridad, agilizar la circulación y tráfico y facilitar al público la visita y conocimiento del entorno.
Precisamente, para evitar aglomeraciones en períodos concretos del año, se va a poner en marcha una web, a través de la cual se podrá reservar la visita al congosto de Montrebei, sin que esto suponga ningún coste adicional para el usuario. También informará en tiempo real del grado de ocupación y plazas libres en cada uno de los aparcamientos que dan acceso al congosto: La Masieta, Montfalcó y La Pertusa. Según un estudio técnico “hay algún momento puntual del año en los que se llegan a superar las 2.000 visitas”.
De momento no se plantea el cobro un ticket de acceso al congosto Montfalcó-Montrebei, como se ha estipulado en las pasarelas de Alquézar. El desplome de rocas ocurrido a finales de noviembre alertó a las distintas instituciones, que mejorarán la seguridad y controlarán y limitarán el acceso cuando estas se reabran el próximo verano, una vez finalizados los trabajos de reposición. El ayuntamiento destinará personal para el control de los senderistas y la aplicación de las nuevas normas.
El problema de la masificación afecta también al llamado salto de Bierge, en el río Alcanadre, sobre todo durante los meses de julio y agosto. En este espacio, tras una reunión mantenida entre la comarca del Somontano, el patronato del parque de Guara, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Bierge, se decidió la limitación de acceso, la prohibición de estacionamiento de autobuses; y el pago del aparcamiento y del uso del salto. Un estudio ya encargado dictaminará el aforo máximo y a partir de ahí se trabajará en la imprescindible coordinación institucional. Los vertidos y el desorden en un espacio protegido debían cortarse.
