Este domingo a las 21h el dúo zaragozano Vegetal Jam conseguía borrar el mal recuerdo de la tormenta del día 11 ofreciendo un concierto de violín, violonchelo y acordeón al que no le faltaron las bromas y la excelente respuesta de un público ávido de vibraciones positivas. Tres discos publicados y una reconocida trayectoria componían la carta de presentación que los asistentes pudieron contrastar en directo de la mano de Miguel Guallar y David Aznar.
Durante el espectáculo sonaron ritmos tradicionales de foxtrot, vals y fandango aunque, eso sí, dotados de un toque muy singular. Y es que detrás de cada canción una historia simpática se escondía. No se explican de otra manera los enigmáticos nombres que dan significado a las notas musicales de esta pareja artística, logrando despertar a base de bromas ocurrentemente hiladas las carcajadas de los presentes. «Luz del bosque», «Café con leche de avena» y «Langarreando» son los títulos de algunos de los temas recogidos en los trabajos «El alma en la lluvia», «Valnerols» y «Danza del Bosque Encantado» que se escucharon, entre un variadísimo repertorio, en el mágico e íntimo espacio del Foso del Castillo.
A pesar del excelente clima de cercanía y familiaridadgenerado, la brillante destreza de Vegetal Jam no terminó de verse del todo compensada en lo que a la asistencia se refiere, siempre complicada en las noches de domingo. No obstante, entre los reunidos se hizo patente la ausencia de prisa por volver a casa y los músicos correspondieron a esa incondicionalidad tocando un «Chotis por el forro» que dejó el regusto de las fiestas de las que uno nunca quiere marcharse.
La magistralidad de Vegetal Jam se veía precedida en la tarde del domingo por la compañía castellonense Xarop Teatre y su particular versión del cuento tradicional Los Tres Cerditos. La tarde se presentaba calurosa en el Patio del Museo, haciendo de los espacios de sombra los rincones más codiciados del acogedor escenario de la Villa Medieval.
La puesta en escena, repleta de un esmerado y colorido atrezzo, daba cabida a las tres cerditas protagonistas de una historia dramática de viajes en busca de un mundo mejor. Detrás de la belleza de personajes y decorados se escondía una incisiva crítica social que sin embargo no terminó de ser comprendida por un público eminentemente infantil. Este número completaba un extenso programa de fin de semana cuyo foco se había puesto preferentemente en las familias. Muestra de ello fueron los aplaudidos títeres de Trapusteros Teatro y el sorprendente relato de amor ofrecido por El Perro Azul, que aún sin palabras y con cierta complejidad en algunas de las escenas no dejaron de captar la atención de los pequeños.
Concluye así la cuarta semana del Festival Castillo de Aínsa, que afronta la recta final de su trigésimo primera edición con el ya emblemático encuentro femenino «Mujeres que cuentan». Su fin no es otro que homenajear a las longevas habitantes del Sobrarbe, a menudo portadoras de historias personales impactantes que explican el devenir de los tiempos actuales en las zonas rurales del pirineo. El acto, en el que podremos ver imágenes de las protagonistas tomadas por la fotoperiodista Judith Prat, será el domingo a las 20h en el Patio del Museo y finalizará con la actuación de los artistas locales Ana Diáfana e Iñaki Zuazu.
Previamente, el sábado a las 22h el foso acogerá la proyección documental de «El Drogas», muestra de la incipiente colaboración surgida en 2020 con el Festival Etnográfico de Espiello y que parece haber llegado para quedarse. Todas las propuestas son gratuitas pero se recuerda a interesados e interesadas la necesidad de reservar entrada a través de la web del Festival para controlar el aforo.
