La consejera de Economía del Gobierno de Aragón y presidenta de Aramón, Marta Gastón, y el alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías firmaban este lunes el convenio urbanístico de Cerler en un acto celebrado en el ayuntamiento benasqués en el que estuvieron presentes Antonio Gericó, director de Aramón, Agustín Lalaguna en representación de IberCaja –entidad copropietaria al cincuenta por ciento de Aramón junto con el Gobierno de Aragón-, Gabriel Mur, director de Aramón Cerler, varios concejales de Benasque y el presidente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque, José María Ciria. El acto supone la formalización de un acuerdo que desbloquea la construcción de 2000 viviendas en la Urbanización de Cerler en el plazo improrrogable de diez años en la que es la mayor operación inmobiliaria proyectada en el Pirineo aragonés.
La firma de este convenio abre definitivamente un nuevo período en las relaciones entre el consistorio y la empresa aragonesa de la nieve y llega tras año y medio de negociaciones que han propiciado un acuerdo que establece el desarrollo de los suelos urbanizables por fases y ajusta la urbanización a la actual situación económica y de mercado. Algo que ha sido recalcado durante la firma del acuerdo por el alcalde benasqués quien señalaba que el Plan Parcial de la Urbanización de Cerler puesto en marcha hace ya cuarenta años se desarrolló «un poco asistemáticamente» y de una forma «muy complicada», tanto que en 2017 todavía se encuentra con una parte «muy importante» por desarrollar.
Según Abadías, el nuevo convenio supone «un paso adelante» y viene a «ordenar» un plan de etapas para el futuro desarrollo de la citada urbanización. El alcalde apunta que «no se ha eximido» a Aramón de ninguna responsabilidad urbanística «porque tiene que cumplir una Ley Urbanística que es la que hay» pero sostiene que sí que se ha tratado de dar viabilidad al proyecto teniendo en cuenta la situación de las promociones urbanísticas que se viven en la actualidad en toda España.
Durante la firma, subrayaba que se ha intentado con este convenio darle «un arma a Aramón» que le facilite «un poco» el desarrollo de las dos unidades de ejecución previstas –de las que la segunda está apenas esbozada- de tal manera que la conclusión de la primera permita capitalizar el desarrollo de la segunda «en el sentido que marca la legislación y en función de la economía»; es decir, adaptando el ritmo de las obras al de las ventas de las parcelas.
Abadías reconocía que ha existido un cierta polémica en el municipio a cuenta de este convenio pero recalcaba que a Aramón no se le ha liberado de realizar ninguna de las infraestructuras importantes que debe realizar para sacar adelante el proyecto –en relación con la construcción de un vial de acceso valorado en tres millones de euros, la traída de aguas desde Remáscaro –con un coste de once millones- o la de una depuradora –que supone otro millón de euros- que la oposición municipal ha denunciado que se soslayan en el convenio- aunque puntualizaba que «a lo mejor» no será esta empresa la que las ejecute «porque igual están dentro de los planes del propio Gobierno de Aragón».
Por su parte, la consejera mostraba su «satisfacción» por la formalización del convenio que, comenta, «conlleva el fin de una larga etapa enquistada que ha llevado más de diez años». Recalcaba el entendimiento entre el equipo de gobierno municipal y Aramón en una «voluntad compartida» que se ha traducido en un compromiso «ejecutable y viable» porque cuanto se recoge en el documento signado en Benasque es una «acomodación» en lo económico del contexto inicial del proyecto original a la situación actual «sin dejar desprotegido a los intereses de Benasque, de su entorno y del Valle». Una acomodación también aplicable –explicaba- en cuanto al impacto y la eficiencia ambiental «algo fundamental cuando hablamos de un sector económico tan potente como el turismo y las exigencias que debemos aplicar».
Gastón recalcaba que el convenio «no va a ser un papel firmado» sino que a partir de ahora va a dar comienzo a una serie de desarrollos de todos los documentos y los instrumentos desde el ámbito jurídico y técnico que van a ser necesarios para llevar a cabo todos los compromisos alcanzados. «A partir de ahora y con un plazo concreto hay que empezar a trabajar en firme, conjuntamente, para hacer efectivo todo cuanto aquí viene recogido», abundaba.
