Entrevista a Mariano Altemir, presidente del Ceder Somontano: “Donde somos más útiles es dando servicio a iniciativas de emprendimiento locales”
Entre vuestros principales objetivos figura el ayudar a crear empresas en el medio rural para fijar población, ¿cuántas empresas ha apoyado el CEDER Somontano en la última convocatoria de fondos LEADER?
En la última convocatoria resolvimos 94 proyectos presentados por empresas, a través de los que se crearon 61 puestos de trabajo, 47 de ellos consolidados. Y aquí las cifras son importantes porque de los 2.547.800 euros de los que disponíamos, se ha generado una inversión total de más de seis millones y medio de euros, es decir, más del doble; puesto que la ayuda que prestamos no puede superar el 30% del presupuesto final. El resto lo pone el particular de su bolsillo.
Luego, más allá de los números, los grupos de acción local estamos para apoyar el emprendimiento no solo en lo económico, sino también para su tramitación, para estudiar la viabilidad del negocio con la Cámara de Comercio, y muchas otras gestiones.
¿Y para esta que perspectivas hay?
Pues rondaban los 240 proyectos, pero para el futuro en general yo creo en la imperiosa necesidad de mantener una corporación local que ayude a fortalecer el territorio. Y para ello, donde somos más útiles es dando servicio a iniciativas de emprendimiento de la zona. El planteamiento de un grupo provincial sería cometer el error de la administración que no es cercana, puesto que en Barbastro contamos con un equipo técnico más accesible para la gente de aquí y muy bien preparado para asesorar en las ayudas.
¿Qué casos de éxito de empresas a las que hayáis ayudado son los primeros que te vienen a la cabeza?
Por ejemplo la creación de la Denominación de Origen del aceite del Somontano, la oficina de turismo comarcal de Alquézar, que es un éxito porque por delante de esa puerta pasan cada año 180.000 personas. Y a título particular hay muchas, como el hotel Vinoteca o la planta de procesamiento de pistachos en Laluenga.
Hablando de la DO del aceite, ¿crees que ocurrirá como con el vino en el sentido de que se revitalizará la comarca?
Desde luego que sí. Cuando se reconozca la calidad de nuestro aceite bajo la marca de una denominación de origen será un buen reclamo para empresas e inversiones, porque supondrá una característica diferenciadora muy concreta de este territorio. Eso sí, queremos proteger al agricultor para que las explotaciones sean económicamente sostenibles. Ahora con el vino lo tenemos muy claro, pero en su momento nadie pensaba que iban a venir grupos del calibre de González Vías, Barbadillo o Rosaleda.
