Los habitantes y visitantes del Valle de Benasque podrán asistir este próximo lunes a un rito ganadero cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos: la celebración del tradicional traslado del ganado que ha estado pastando en la segunda parte del verano en el entorno de Ardonés hasta la zona del valle de Estós en busca de nuevos pastos siguiendo los ritmos ancestrales de la trashumancia.
Este año, se calcula que el traslado del ganado afectará a unas 700 vacas, en muchos casos con sus respectivos terneros y los toros que les acompañan. El operativo comenzará al amanecer del lunes, momento en el que los ganaderos subirán a la montaña de Ardonés para triar las vacas y comenzar a bajarlas hacia el pueblo de Cerler, donde llegarán sobre el mediodía.
A primera hora de la tarde, sobre las tres o las cuatro, todo el ganado comenzará a bajar por la carretera de Cerler hasta los campos cercanos a Benasque, junto a la rotonda-cruce con la A-139, donde las reses harán noche. Y a primera hora de la mañana del martes el ganado pondrá rumbo al Valle de Estós, donde permanecerá hasta la benasquesa feria ganadera de El Pilar, el 12 de octubre.
La junta de la comunidad de bienes del “Monte de Estós” ruega paciencia y pide disculpas a los conductores que puedan verse afectados por esta tradición centenaria. E invita a quienes puedan estar interesados en asistir a este traslado en alguno de los puntos del recorrido recomendándoles «encarecidamente» mucha prudencia y conminándoles a mantenerse apartados de los rebaño y sin interferir en su recorrido.
