Las tareas de restauración y pintura de la fachada norte de la iglesia de la ermita de San Ramón del Monte de Barbastro ha comenzado esta semana por iniciativa de la Cofradía de San Ramón con recursos propios y del Obispado de Barbastro-Monzón que colabora. La decisión de realizar estas tareas partió de la priora de la Cofradía, Elita Davias, y se realizan con autorización del propietario del edificio. La fachada norte sufre los efectos propios del deterioro ocasionado por humedades y la intemperie que se reflejan en pequeños desconchados que se solucionarán con la limpieza total de fachada donde se fijarán las capas de pintura para dejarla en condiciones.
Se respetan los tonos blancos y se recupera el color negro de la gran cruz que preside la fachada original de la ermita construida en el año 1965 junto durante la etapa del obispo Jaime Flores (1960-1970) que propició la edificación de la Casa Diocesana de Ejercicios. En aquella época, el prelado encontró la ermita original (1728) en muy malas condiciones y se tomó la decisión de edificar una nueva iglesia que se bendijo el 21 de junio de 1964 con motivo de la festividad de San Ramón.
A la restauración pictórica de la fachada se sumó, hace un año, la de la puerta de entrada por iniciativa de dos cofrades que sufragaron los gastos por lo que, en principio, se dan por finalizadas las acciones de la Cofradía de San Ramón cuya priora se muestra “satisfecha y agradecida por el apoyo de los cofrades que hacen viable estas obras. Además coincide con 55 años desde que se bendijo la ermita”.
HISTORIA DE LA ERMITA
La primera ermita data del siglo XVI y se construyó durante la etapa del obispo Miguel de Cercito (1586-1595) que fue el gran promotor de la devoción y el culto a San Ramón. La primera piedra de la antigua ermita se puso el 9 de agosto de 1594 y ese mismo año declaró a San Ramón patrono principal de la diócesis y mandó que se celebrase su fiesta el 21 de junio. Miguel de Cercito era natural de Ejea -como el obispo Ángel Pérez- y está enterrado en el presbiterio de la catedral.
La ermita estaba casi en ruinas en el año 1722 y el Ayuntamiento con aportaciones vecinales acometió la reedificación y ampliación durante seis años hasta 1728 cuando la bendijo el obispo Carlos Alamán (1718-1739) según consta en el libro sobre San Ramón del Monte escrito por el obispo Damián IguacÉn (1970-1974) publicado por su iniciativa en 1972. El Obispado de Barbastro lo reeditó entre mayo-junio de 1990 como separata del Boletín Oficial.