La diócesis de Barbastro-Monzón ha presentado su trabajo y sus números días antes de la celebración del Día de la Iglesia Diocesana que tendrá lugar este próximo domingo 12.
El balance del ejercicio de 2016 pone de manifiesto que la mayor partida de los gastos ordinarios se destina a programas solidarios por 1.936.268 € (42’22%) con especial incidencia en Cáritas, 1.701.501 €. (En la imagen taller de refuerzo escolar de Caritas en Barbastro). Funcionamiento de parroquias: 1.311.356 € y el sustento de obispos y sacerdotes, 509.989 €. Asimismo, 351.130 van para la conservación de templos y casas parroquiales. De la asignación voluntaria de los contribuyentes en el IRPF llegan a la diócesis 1.316.730,60 euros. La Iglesia también cuenta con otros ingresos ordinarios como son sus bienes propios y otras vías de donativos como aportaciones para Caritas o Manos Unidas.
Por lo que respecta a la financiación de la Iglesia diocesana es el objetivo que se espera cumplir en los próximos años. Por ello, el lema escogido para esta jornada es «Somos una gran familia contigo». El obispo Ángel Pérez quiere invitar a los alegados de la fe y de la Iglesia a que regresen y añade en la carta a la diócesis: «¿No os resulta paradójico que todos andemos buscando amor, amigos, afecto… y sin embargo, lo que más nos cuesta es dejarnos querer? Ciertamente, lo más difícil es dejarse abrazar por Dios».
En la diócesis residen 92 sacerdotes, cuenta con 235 catequistas (30 más que en el año anterior)- 242 parroquias y 4 monasterios. En el transcurso de 2016 se celebraron 489 bautismos, 588 comuniones, 348 confirmaciones y 141 matrimonios. En cifras comparativas, hubo 113 acciones más que en el año 2015.
En lo relativo a la pastoral: 575 voluntarios llegaron a 305 parroquias, instituciones y a 550 enfermos, con cifras similares al ejercicio anterior. En el transcurso de 2017, el obispo destacó el aumento de voluntarios hasta cerca del millar. En la misma línea, Pérez ha destacado el grupo de Animadores de la Comunidad que realizan labores de suplencia en parroquias que no pueden contar, de manera regular, con la presencia del sacerdote en domingo.