La Puebla de Fantova, una histórica localidad con un riquísimo patrimonio monumental, cultural y etnológico que en la actualidad es pedanía del ayuntamiento de Graus, recupera estos días de Semana Santa una de sus tradiciones más queridas con la instalación en la coqueta iglesia parroquial del curiosísimo “Monumento” conmemorativo de estas fechas de Pasión, Muerte y Resurrección.
Es una de las tradiciones menos conocidas de cuantas se conservan en Ribagorza para conmemorar la Semana Santa y que preservan con celo unos fantovanos que han sabido mantenerla desde tiempos inmemoriales.
Tras dos años de obligada ausencia por culpa de la pandemia se recupera ahora este montaje votivo con el que se ornamenta el templo durante estas jornadas de recogimiento. Una de las capillas está siendo ya preparada para acoger la instalación de este “Monumento” conmemorativo del sufrimiento de Jesucristo en el que un gran tapiz morado como telón de fondo enmarca el sencillo montaje en el que destacan las macetas que lo flanquean, ornando el conjunto.
Denominadas “Cabelleras de Cristo”, estas singulares y curiosas plantas son semillas de trigo y cebada sembradas en la segunda semana de Cuaresma, normalmente el viernes después del miércoles de ceniza y a ser posible en luna creciente, que han crecido en una bodega cálida, húmeda y sin iluminación para que adquieran su característica tonalidad rubia o muy aclarada.
Son unas plantas muy delicadas cuyo cuidado debe realizarse de forma muy medida en cuanto a la hidratación requerida o la temperatura adecuada porque en caso de no atinar con las proporciones justas se corre el riesgo de que se pudran y estropeen.
El secreto de su cultivo, afirman orgullosos los vecinos de este activo núcleo, es una tradición «que nos hemos ido pasando generación tras generación» y singulariza su Semana Santa preservando una costumbre que antaño también se vivía en otras localidades cercanas.