En el año 1948 los vecinos trabajaron de forma desinteresada para recuperar la abadía de Serrate. Hoy, parte de este emblemático edificio del valle de Lierp se ha transformado en un museo etnográfico donde queda reflejada la vida cotidiana, los oficios, sus utensilios y otras muchas curiosidades del valle de Lierp que une las cuencas de los ríos Ésera e Isábena.
En alrededor de 100 metros cuadrados se muestran 170 objetos que proceden de una veintena de casas del municipio y entre los que hay desde aperos de labranza, los utensilios de labores cotidianas y oficios olvidados, incluso el original horno de pan de la casa de la abadía, y otros elementos más ligados a ritos y a la devoción popular.