Estadilla y Bélgica estrechan vínculos a través de una visita consular

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Con el claro objetivo de tender puentes entre naciones y darse a conocer mutuamente entre los pueblos de ambas orillas, el cónsul de Bélgica en Barcelona, Didier Verwaerde, llegó a la localidad de Estadilla acompañado por su esposa. La recepción inicial tuvo lugar en el consistorio estadillano, donde la comitiva municipal (la alcaldesa, Carmen Sahún, así como las concejalas Reyes de Antonio y Ana Mur y los concejales Jaime Facerías y José Miguel Rodríguez) intercambió impresiones con el diplomático en torno a la vida cotidiana del pueblo, así como a los quehaceres habituales de sus gentes y de la historia de la villa en general.

El cónsul, a modo de presente, hizo entrega de una caja que contenía tres velas de los colores de la bandera belga (amarillo, rojo y negro), explicando que los discursos en las reuniones (en su país) no podían exceder el tiempo en el que se consumía una vela; regaló también un colgante que se utiliza para llevar las llaves y, por último, un pañuelo rojo con la silueta de Bélgica a modo de estampado, como regalo personal para la alcaldesa. Carmen Sahún, por su parte, mostró distintos libros editados con la colaboración del ayuntamiento estadillano y agasajó a Didier con uno de ellos titulado Estadilla. Memorial de luz, del autor local Xavier Bayle, además de una pequeña insignia de la villa como detalle simbólico. Al final de la jornada se hizo entrega también de distintos lotes de vino por parte de la Bodega Raso Huete y Aldahara, así como un lote de productos de la empresa local Trufa-Pasión, así como un artesanal recuerdo de su paso por la villa para su esposa.

La visita, que tiene su origen en la invitación que la artista belga-costarricense Dalila Rocío Estramadoyro (que actualmente reside en Monzón) extendió a Verwaerde, incluyó conocer las bodegas familiares Raso-Huete, donde tuvo lugar la comida, y

Aldahara, donde el tejido empresarial y cultural estadillano esperó la llegada del diplomático como colofón a la jornada.

El aperitivo de bienvenida en la bodega Raso-Huete, preparado por el restaurante local Carrodilla, contó con los vinos jóvenes de la casa acompañados de jamón ibérico y queso de oveja de Fonz. En cuanto a la comida propiamente dicha, servida y presentada por el gerente del restaurante y en orden de aparición: de primer plato, ensalada de trucha ahumada y su caviar con tomate rosa y gelatina del mismo Verdejo con el que la acompañaron; de segundo plato, bacalao confitado con aceite de trufa negra, calabacín y cebolla sobre parmentiere de patata trufada que maridó con el vino Arnazas Crianza Cabernet-Sauvignon Merlot; de tercer plato, solomillo de ternera de Binéfar con un Arnazas reserva. Y de postre, cremoso de yogurt de Fonz con frutos rojos.

Didier Verwaerde, actual cónsul de Bélgica en Barcelona, lleva cuarenta años de carrera diplomática oficial, cuyo inicio fue en una de las capitales bolivianas: la ciudad de La Paz. Desde entonces, ha trabajado en distintos lugares del mundo y, en el nuestro, antes de llegar a Barcelona (donde lleva un año y siete meses), recaló en Málaga. Verwaerde, de carácter afable, curioso y extrovertido, se mostró impresionado con la actividad social y cultural del pueblo que lo recibía, y reconoció que de esta visita puede surgir algún tipo de intercambio entre su país y la localidad que visitaba. Como él mismo señaló: yo quiero vender Bélgica. Y Estadilla, sus posibilidades y su mirada hacia el futuro.

La jornada continuó al anochecer, en el propicio espacio salón de Los Trinitarios, ubicado en la zona alta de Estadilla. Las históricas piedras locales presenciaron un estreno mundial, el de la performance Odrodzenie VIP (Vibraciones Intensas que Permanecen) que contaba, además, con la colaboración del escenógrafo parisino de padre montisonense William Abelló. Este proyecto artístico une la música, la voz y las imágenes para provocar sensaciones nuevas; se trata de una propuesta especial que juega con distintos canales para buscar esa respuesta emocional por parte del espectador. En este nuevo proyecto en el que intervienen la pianista Ana Gistau, el compositor y guitarrista José Pérez, Isaac Buera a los instrumentos étnicos dijiridu y hand drum, Sebastián Moyano al cajón y Dalila Rocío Estramadoyro a la voz, contribuye a poner en escena estas vibraciones intensas que permanecen contando con un invitado de honor: Didier Verwaerde.

Por otro lado, conviene subrayar que se hará una segunda puesta en escena de la performance ODRODZENIE VIP el 18 de junio, sábado, a las 22:30, también en la sala de Los Trinitarios, para todo el público que así lo desee. Podremos compartir de nuevo un espacio creativo con William Abelló famoso escenógrafo en el mundo del cine que colabora con este proyecto.

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