El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil de Huesca, dentro de los cometidos propios de esa especialidad, entre los que se encuentran los controles sobre explotaciones ganaderas, cuando prestaban servicio el pasado 31 de enero en la Comarca de la Hoya de Huesca, detectaron gran cantidad de buitres concentrados en las inmediaciones de una granja, por lo que procedieron a realizar una inspección de la misma.
Al llegar a la granja observaron que la misma presentaba grandes desperfectos en las puertas de acceso ya que estaban rotas y abiertas, localizando a un total de 43 animales muertos entre ovejas y cabras distribuidas por toda la explotación ganadera, donde compartían espacio con los animales que todavía quedaban vivos.
La instalación se encontraba completamente desatendida, los animales no disponían de comida ni de agua, acumulándose gran cantidad de excrementos, solicitándose la colaboración de los veterinarios del Gobierno de Aragón a fin de que se certificara el estado que presentaban las 100 cabezas de ganado ovino y caprino que sobrevivían, los veterinarios corroboraron que su estado era deplorable, con claros síntomas de desnutrición y falta de higiene.
Desde ese momento el Seprona de la Guardia Civil comenzó las gestiones necesarias para dar con el titular de la explotación ganadera, siendo localizado el pasado día 3 de febrero, procediendo a su investigación como presunto autor de un delito de maltrato animal, tratándose de un varón de 36 años vecino de Huesca.
Por parte del Seprona se continúan realizando inspecciones periódicas a la granja con el fin de verificar que se han restituido las condiciones mínimas de salud y bienestar animal de los ejemplares que continúan con vida en la misma.
Las diligencias instruídas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 4 de Huesca, quedando el investigado con la obligación de personarse ante el Juzgado cuando sea requerido para ello por la Autoridad Judicial.