El Ayuntamiento de Monzón ha encargado al artista Mario Molins, binefarense y profesor de Salesianos, la realización de una escultura tallada en el platanero que tuvo que talarse, por cuestiones de seguridad, hace unos meses en la plaza del conservatorio profesional de música, Miguel Fleta. La obra quedará integrada en este espacio con un mensaje de vida y de recuerdo a los fallecidos por el COVID-19.
El trabajo quedará terminado durante los próximos días, coincidiendo con el tercer aniversario de la declaración del estado de alarma por la pandemia.
Isaac Claver, alcalde de Monzón, explicaba “ya que nos vimos en la necesidad de talar el platanero, inmediatamente comenzamos a valorar posibilidades con el tronco que quedaba; en seguida, surgió la idea de hacer una escultura de madera con Mario como artista y propusimos un diseño que fuera homenaje de recuerdo, de valor y de cariño a los que ya no están entre nosotros por culpa de la pandemia. Además de un símbolo del orgullo, lucha y coraje que se mostró en aquellos difíciles momentos”.
Mario Molins ha reconocido que “se trata de un proyecto muy bonito en el que voy a plasmar un mensaje de vida ya que, sin duda, la pandemia también nos sirve para crecer como una nueva semilla”.
En la base de la escultura se colocará una leyenda explicativa del significado de la obra que se integrará en este emblemático espacio tan transitado de nuestra ciudad. Está previsto la realización de un acto público para descubrirla, al que se invitará a ciudadanos y colectivos para que participen en el mismo. A continuación, se plantará en la zona contigua a la Escuela Oficial de Idiomas, la carrasca que, en su día, remitió a los ayuntamientos la DGA para rendir un homenaje a las víctimas del Covid.
Cabe recordar que también en la plaza se encuentran la cápsula del tiempo que enterraron los niños de Monzón para que los montisonenses del futuro conozcan sus mensajes sobre cómo era la ciudad.