Los lugares más visitados de Aragón son: el Pilar de Zaragoza, Ordesa, Monasterio de Piedra, Torreciudad y las pasarelas de Alquézar y para gestionar este éxito el Ayuntamiento de Alquézar ha decidido poner en marcha este verano medidas de control del sendero con el fin de garantizar la calidad del mismo y ante todo la seguridad del caminante. Y es que con 200.000 personas transitando por un sendero que en algunos puntos alcanza 40 metros de caída sobre el lecho del río Vero, no se pueden dejar al albur de los días.
Para ello, se ha abierto una oficina de información en el centro de la villa, instalado más panales informativos sobre cómo calzar (bota de montaña o deportivo), horarios (evitar el mediodía), respetar el silencio y no gritar, seguridad si se va con niños (se desaconseja el paseo con bebés, bebés en mochila, niños pequeños…) y sobre todo se invita y recomienda el alquiler de un casco que lleva incorporado un seguro (en algunas zonas es posible el desprendimiento de piedras). El alquilar del casco cuesta 8 euros y al entregarlo, se devuelven 5 de fianza. Asimismo, se controlará el acceso para que no haya más de 700 personas realizando el recorrido, en buen parte porque la calidad del paseo se vería disminuida. Y se ha mejorado el sendero a las balsas de Basacol como ruta alternativa a las pasarelas. Además, se ha puesto en marcha la web www.pasarelasdealquezar.com con todas la información de este recorrido.
Mariano Altemir, alcalde de la villa, explicó que lo que comenzó siendo un sendero de acceso a la central eléctrica en 1910 se ha transformado en una atracción de gran éxito y «partiendo de ese éxito hay que gestionarlo para no caer en la decadencia y seguir ofreciendo un paseo de calidad y disfrute». Asimismo insistió en que llevan más de 2 años estudiando y trabajando en este tema con muchas reuniones con diferentes sectores y visitas a Francia y lugares de España para saber cómo se está haciendo en otros sitios. Por ejemplo, nombró «El caminito del rey» en Málaga.
Asimismo, recordó Altemir que la avenida de agua de noviembre de 2016 que se llevó 35 metros lineales de pasarela fue el aldabonazo para percatarse de la necesidad de seguridad y de mantener la limpieza y la calidad de las pasarelas. Asimismo, el coste de esta infraestructura asciende a 22.000 euros anuales «una cantidad muy gravosa para un ayuntamiento pequeño. Los céntimos que nos quedan del alquiler del casco se invertirán en las pasarelas, no es afán recaudatorio». Este primer verano es de prueba y, con posterioridad, se avaluará cómo ha ido y si las medidas adoptadas son suficiente o no.