Por Marta Armingol
El pasado 15 de octubre la Asociación de Vecinos “50 aniversario La Cartuja de Monegros” en colaboración con el Ayuntamiento de Sariñena y Hozona S.L., empresa de la que es copropietario José María Mur (vecino del pueblo), organizaron la I Ruta BTT de Cartuja de Monegros.
Todos los voluntarios, colaboradores y participantes se pusieron muy temprano en pie. A las 9:30 era la salida y había mucho por preparar: megafonía, línea de salida y meta, cobro de inscripciones, reparto de camisetas y tickets de bocadillos… A las nueve algo más de 180 personas abarrotábamos la plaza, unos montados en nuestras bicis y otros encargándose de que no se escapara ni un solo detalle.
El buen ambiente se convirtió en una premonición de lo que iba a ser el día. Setenta y nueve ciclistas de diferentes edades y lugares. Dos rutas: Ida y vuelta hasta Peñalbeta y, para los más valientes, hasta San Caprasio.
José María Mur toma el micro, se enorgullece de organizar esto en su pueblo y que la participación haya sido un éxito: “Esto no es una carrera, es una ciclo-turista. Aquí nadie compite, se trata de disfrutar” A ritmo de Manolo Escobar la serpiente de corredores sale en dirección al Cartujo. Jara Mediano, en la bici con su padre, Bruno Mediano y Lorien Júlvez son los corredores más jóvenes, pero no se achican. Este es su pueblo y hay que demostrar de qué casta están hechos los cartujanos.
Las voluntarias nos señalizan en los cruces, graban vídeos, paran a los coches y aguantan, las algo más de tres horas que nos pegamos por el monte, quietas en los puntos de control. Nos siguen los coches escoba, por si alguno se cansa antes de hora, y otros se suben a señalizar los caminos, no sea que alguno “acabe hoy en Farlete”.
El primer avituallamiento es en Peñalbeta. Hay risas entre los que hace tiempo que no cogían la bici y los que van más sobrados. José María e Iván (Hozona S.L.) están pendientes en todo momento y animando a los participantes. Así da gusto. Los intrépidos siguen para arriba y muchos valientes vuelven a Cartuja para tomar la línea de meta.
Desde lo alto de San Caprasio las vistas son espectaculares. La subida ha sido más sencilla para unos que para otros, pero la recompensa es igual para todos. Una cuadrilla de jóvenes cartujanos nos espera con fruta, bebidas y demás, pero el bocadillo de longaniza que aguarda en la meta se convierte en una buena motivación.
José María insiste a los corredores en que no se desperdiguen para que no se pierdan en la sierra. Finalmente, no sin alguna anécdota, todos llegamos sanos y salvos No hay que lamentar ninguna caída mayor, ninguna lesión. La jornada sobre ruedas ha sido un éxito. Entre los participantes se escucha que: “el año que viene habrá que repetir”.
Aquellos que han puesto en marcha la actividad se muestran compensados por el clima participativo. La colaboración ha sido mucha más de la esperada y eso se nota en la satisfacción que llena de sonrisas la foto de familia. El pueblo se ha volcado y toda expectativa han sido superada.
Elisa Huerva, nuestra campeona de jota, puso el broche de oro al acontecimiento poniéndonos las piel de gallina a todos los asistentes. Y es que no hay lugares pequeños cuando gente tan grande y capaz, que pone toda la carne en el asador, consigue hacer de nuestra primera Ciclo Turista un evento inolvidable.