Los secastillanos están descontando las horas para tomar parte este domingo en la popular romería a San Martín.
En el punto más alto del término municipal se encuentra la ermita objeto de esta romería que fue restaurada gracias a la colaboración voluntaria de gentes de los pueblos vecinos a ella y la ayuda prestada por instituciones como la Diputación Provincial de Huesca o el propio Ayuntamiento.
La fiesta se celebra en la segunda Pascua, que varía en fecha según los años. Las actividades se realizan en la ermita de San Martín, en la que se encuentran los habitantes de varios de los pueblos de los alrededores, siendo este un acontecimiento de honda tradición. Desde Secastilla se suben las reliquias de San Martín que se custodian en la Iglesia Parroquial, saliendo en procesión los vecinos del pueblo. Los restos presiden la misa que se celebra a la llegada a la ermita.
Esta siempre concurrida romería a la ermita de San Martín hermana a los propios secastillanos con los vecinos de Panillo y los descendientes de las localidades abandonadas de Puy de Cinca y la Aldea de Puy de Cinca, acompañados por parientes y amigos de otras localidades próximas.
Más de trescientas personas participaron en la última edición antes del covid y se espera que la cifra se supere este año para disfrutar de una agradabilísima jornada en el entorno de esta ermita que, desde lo alto de la sierra, es un excelente mirador de un amplísimo entorno con los Pirineos al norte, los embalses de Barasona al este y El Grado y Mediano al oeste y un vasto territorio de las comarcas de Ribagorza, Sobrarbe, Somontano, La Litera, Monegros, Hoya de Huesca e, incluso, parte de la provincia de Zaragoza.
La ceremonia religiosa en el interior del atrio vallado de la ermita y una posterior de hermandad serán de nuevo los actos más significativos de esta romería más que secular que sigue teniendo un gran poder de convocatoria.