La Quebrantahuesos ha vuelto a colocar a la provincia de Huesca en el mapa deportivo mundial con los más de 10.500 entusiastas de las dos ruedas que han tomado la salida, una cifra similar a la población de Sabiñánigo que estos días se multiplica casi por cuatro. Para el Presidente de la Diputación Provincial, “el componente social es tan importante como el deportivo” y va más allá “porque tiene un impacto directo en la economía de estos territorios y el impacto se deja ver durante buena parte del año”, ha manifestado Miguel Gracia, quien ha dado la salida junto al alcalde de Sabiñánigo, Jesús Lasierra, la consejera María Victoria Broto y Fernando Escartín, presidente de la Peña Ciclista Edelweiss, de donde parte esta cita multitudinaria.
En más de 7,5 millones de euros cifran los últimos análisis la contribución directa de la prueba y en 500 personas el empleo que se genera, teniendo en cuenta los que forman parte de la organización y los proveedores. De ahí que Miguel Gracia haya manifestado que el trabajo va a ir dirigido a prolongar ese impacto durante más tiempo y en otras parcelas vinculadas, entre las que está la comercialización de paquetes, la creación de rutas cicloturistas o una mayor inclusión de este deporte entre los escolares.
El bilbaino Raúl Portillo ha sido el primero en llegar en la QH después de 5 horas y 30 minutos, mientras que en torno a las 11 de la mañana lo hacía Javier Andicoetxea en la Treparriscos en una de las ediciones más rápidas, y con el local Iván Echevarría en handbike. Tampoco nada desdeñable el tiempo que ha hecho Purito Rodríguez, quien debutaba en la Quebrantahuesos con el dorsal número 1 como reconocimiento a un extenso palmarés que incluye podios en las tres grandes vueltas. Otros ciclistas de la talla de Miguel
Indurain, José Antonio Hermida o Haimar Zubeldia, incluso pilotos como Aleix Espargaró han estado entre las caras más conocidas del día de hoy.
No solo Sabiñanigo se hace más visible, sino que la prueba discurre por un buen número de pequeñas localidades de Alto Gállego y Jacetania (Pardinilla, Jaca, Castiello, Villanúa, Canfranc, Candanchú, Formigal, Escarrilla, Panticosa, Hoz de Jaca, Biescas o Senegüé) que se unen a las de Orós Bajo y Alto, Gavín, Yebra de Basa, Broto y Fiscal, puesto que en las últimas ediciones la Treparriscos llega hasta Sobrarbe.
Más de una hora se ha prolongado la salida de todos los ciclistas en las inmediaciones de Pirenarium, con un total de 8.139 en la Quebrantahuesos, el recorrido estrella que alcanza este año su 28 edición con un total de 200 kilómetros que serpentea por el Pirineo Central en las vertientes española y francesa y donde han tenido que enfrentarse a cuatro puertos de montaña, algunos históricos del Tour de Francia y de La Vuelta a España, mientras que los 2.365 que han participado en la de Medio Fondo han recorrido 85 km con el puerto de Cotefablo y el alto de Petralba como principales escollos, ambas pruebas ha compartido el buen tiempo de este año.
Estos participan como corredores, otros como público y muchos como voluntarios, más de 1.000 que la mayoría ha crecido con la prueba, incluso las tareas pasan a diferentes generaciones de una misma familia. La prueba cuenta con un fuerte dispositivo de seguridad que acompaña a los participantes durante todo el recorrido: Guardia Civil, Gendarmeria francesa, Protección Civil, Cruz Roja o dirección de carrera, a este centro de control ha querido acercarse Miguel Gracia donde ha comprobado cómo vuelcan todos sus esfuerzos para hacer un seguimiento exhaustivo y la evolución tecnológica que se experimenta cada año para dar normalidad a esta compleja maquinaria organizativa.
Desde una arriesgada primera edición que partió de la calle Serrablo con unos 300 participantes, la mayoría de la propia Peña Ciclista Edelweiss, el tiempo ha demostrado que aquella intuición era certera convirtiéndose un gran evento que concita el interés vecinal, goza de una gran popularidad, aporta dinamismo a la provincia, así como el interés por conocer la zona como lugar para la práctica deportiva y el turismo. Esos son los ingredientes que se han destacado durante la jornada de hoy en la que también se han dado cita en Sabiñánigo las presidenta de las comarcas de Alto Gállego y Jacetania, Lourdes Arruebo y Montse Castán, la diputada provincial de Cultura, Berta Fernández, el director general de Deportes del Gobierno de Aragón, Mariano Soriano, y otros responsables institucionales, a los que se han unido empresas patrocinadoras como IberCaja, Roberto Iglesias, quien está al frente de la coordinación desde el primer año, y Xavier Bartroli, presidente de Octagon, empresa que organiza la marcha junto a la Peña Edelweiss.
Más de 4.000 carreteras para disfrutar de la bici
Cada año la feria organizada consigue que acudan a Sabiñánigo las principales firmas de ciclismo para presentar los productos más novedosos y las tendencias del mercado, este año por primera vez ha estado presente Huesca la Magia de la Bici con los 4.130 kilómetros de carreteras ciclables, más de 8.000 kilómetros para la bicicleta de montaña, 55 eventos federados en un solo año, 18 alojamientos especializados, 26 puntos de alquiler de bicis o 4 centros btt y uno on road. Estos son algunos de los números sector de la bici que ya se comercializa en paquetes turísticos y que ha dado a conocer TuHuesca en Sabiñánigo, compartiendo espacio con los socios de Altos Pirineos.
Desde allí se ha mostrado la primera bicicleta española, que se construyó en Huesca y cuya reciente réplica ha sorprendido a los visitantes. La provincia también fue pionera hace aproximadamente un par de años al obtener la certificación Bikefriendly como primer territorio para amantes de la bicicleta que ahora se está extendiendo a buena parte de la península, las islas e incluso Andorra y Portugal, que supone cumplir con los estrictos requisitos que garantizan la adecuación de la oferta turística a este tipo de huésped, tanto de forma institucional como en el papel de aglutinadora de empresas y servicios cuyo denominador común es el trato preferente hacia el cicloturista y su bicicleta.