La celebración la noche del jueves de la tradicional Misa de Hermanos de la Cofradía de San Pedro de Verona, durante la que tuvo lugar la habitual bendición de términos, ha sido el único acto convocado este año para conmemorar en Graus la festividad de este santo que tiene una gran veneración en la villa ribagorzana.
Por motivos obvios, los cofrades han decidido suspender por segundo año consecutivo la siempre multitudinaria romería del 1 de mayo a la ermita de este santo que domina desde lo alto el caserío grausino y que, desde hace varios siglos, es una de las jornadas festivas más queridas por las gentes de la Baja Ribagorza.
El prior de la Cofradía, José Antonio Frégola lamenta esta «dolorosa» decisión tomada «por causas de fuerza mayor» y señala que la ermita va a estar abierta este sábado hasta media tarde para acoger a los vecinos que quieran visitar al santo, aunque pide que se eviten las posibles aglomeraciones y pide que no se baje la guardia con las medidas de seguridad contra la pandemia «máxime con la situación de elevado número de contagios que seguimos viviendo en Graus».
Una situación que ha aconsejado a la Cofradía posponer su asamblea anual y convocarla ya para el año 2022, motivo por el que no se van a poder admitir nuevos hermanos en los próximos meses.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Benasque ha aplazado dada la situación de emergencia sanitaria la celebración de san Pedro Mártir en Cerler, fiesta pequeña de la localidad en la que se celebra tradicionalmente el 29 de abril con una romería a la ermita con misa, comida popular y baile.