La ludoteca municipal despide un verano atípico a consecuencia de las limitaciones derivadas de la pandemia del coronavirus, que han restado asistentes y han obligado a trabajar con grupos cerrados para evitar al máximo el contacto entre los escolares. Un total de 53 niños han pasado por este servicio desde que abriera sus puertas a principios de julio, la mayor parte de ellos durante más de una quincena.
La concejal de Educación del Ayuntamiento de Monzón, Nuria Moreno, hace un balance satisfactorio de cómo se ha desarrollado el verano, “especialmente si tenemos en cuenta la incertidumbre y las dificultades que surgieron al principio, primero para organizar el servicio cumpliendo con todas las exigentes medidas sanitarias derivadas de la covid-19 y después con el retraso en la apertura que supuso volver a la fase 2. Pero teníamos muy claro que era una necesidad para las familias y que debíamos ofrecer esta vía de conciliación con todas las garantías”.
Con semanas temáticas dedicadas al arte, los viajes, la investigación, las olimpiadas… los niños, de entre cinco y once años, han trabajado en grupos cerrados de forma quincenal para minimizar los riesgos. “Las monitoras nos cuentan que los chavales han sido muy responsables, han entendido perfectamente la situación y han cumplido con todas las medidas, que ya tienen interiorizadas”, asegura Moreno.
La Concejalía de Educación ha decidido prolongar unos días más este servicio para aquellas familias cuyos niños han asistido durante la segunda quincena del mes de agosto. Según la responsable del área, “se quedaba una semana suelta antes de la vuelta al cole y, como hemos trabajado en grupos burbuja, hemos considerado que esos mismos niños, que ya han estado en contacto estrecho, puedan seguir viniendo estos primeros días de septiembre, hasta el inicio de las clases”.