El Valle de Benasque territorio pionero en la utilización de los drones para el control de la ganadería

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Dice la sentencia popular que es imposible ponerle puertas al campo por lo que, a pesar de los obstáculos y reglamentaciones más o menos estrictas, vamos a tener que irnos acostumbrando a la cada vez mayor presencia de drones o pequeños robots no tripulados en nuestros cielos realizando las tareas más diversas. Algo que han tenido muy en cuenta los ganaderos de la Junta de Propietarios del Monte de Estós, en la Alta Ribagorza, que, en colaboración con la Escuela de Negocios del Pirineo, ESNEPI, y de la firma de ingeniería especializada Hemav de Barcelona están desarrollando un innovador proyecto de control y apoyo al pastoreo de la ganadería extensiva y trashumante y abren así en nuestro país la espita para la utilización de drones en tareas ganaderas, un campo que según los expertos tiene un enorme potencial de crecimiento como queda reflejado, por ejemplo, en el estudio “El impacto económico de la integración del Sistema Aeroespacial No Tripulado en la economía de EE UU”.
Los drones ya se vienen utilizando desde los años 80 del pasado siglo en países como Japón –que fue pionero- para labores de control agrícola pero hasta ahora han tenido escasa presencia en el sector ganadero, una circunstancia que espera cambiar este proyecto “Drones para Ganadería Extensiva de Alta Montaña “Ixorigué Project” que después de varios meses de ajustes bajo techo, con un imprescindible trabajo de diseño de componentes y de control de los parámetros informáticos que se van a utilizar, en unos días comenzará sus pruebas al aire libre aprovechando la subida de los ganados del Valle de Benasque a sus pastos de verano.
Es una iniciativa que está financiada por la Consejería de Desarrollo Rural y Gobernabilidad del Gobierno de Aragón y por el Fondo Europeo Agrario para el Desarrollo Rural, FEADER. «Nos han comentado que se trata de proyecto “estrella” en innovación del ejecutivo autónomo», apunta el presidente de ESNEPI, Aurelio García, quien comenta que, como promotores del “Ixorigué Project”, son conscientes de que esta tecnología ha llegado para quedarse definitivamente y que si se sabe darle un buen uso puede convertirse en una herramienta impagable de apoyo a los ganaderos. «En este proyecto, los drones vienen a facilitar el trabajo de los pastores, nunca a sustituirlos», sostiene García recalcando las oportunidades de generación de empleo complementario en la vertiente tecnológica que puede propiciar esta iniciativa.
ESNEPI está estudiando los campos de potenciación empresarial y de generación de riqueza que se le abren al Valle de Benasque con el desarrollo de la tecnología del “Ixorigué Project” porque a nadie se le escapa que este territorio puede convertirse en un referente internacional en lo relativo al manejo y control de la ganadería extensiva. En este sentido, las tres entidades promotoras tienen un compromiso de radicar en la villa pirenaica el centro de datos para este proyecto y el uso de su tecnología que podría también utilizarse en el futuro otras aplicaciones como la prevención de aludes, los rescates de montaña o el uso recreativo de los drones. García reconoce que, dentro de una necesidad «imperiosa» de diversificar la economía en la montaña más allá del turismo y la ganadería «la tecnología puede y debe ser una oportunidad de desarrollo económico».
El Ixorigué –palabra que en el vernáculo patués denomina al cernícalo, ave que controla desde lo alto amplias extensiones de terreno- afronta en las próximas jornadas una auténtica prueba de fuego. El ingeniero grausino Carlos Ferraz, uno de los responsables de la empresa Hemav, señala que en los meses invernales se ha trabajado especialmente en el diseño de los sensores con los que recopilar la información sobre el estado de las reses, que se ha completado ya la primera fase de formación de los cuatro pastores-ganaderos elegidos para monitorizar este verano el vuelo de los drones y que, realizadas ya las primeras experiencias con animales, este mes de junio ya se colocará en varias decenas de vacas y toros para empezar a controlar distintos parámetros y ajustar definitivamente los programas de actuación futura. Está previsto que en la primera quincena de julio tenga lugar un evento divulgativo dirigido al mundo ganadero pero abierto al público en general para mostrar las primeras conclusiones del proyecto.
El “Ixorigué Project” prevé que los drones monitoricen el área donde se encuentra el ganado en tiempo real y se conecten con los citados sensores que son portados por los animales recogiendo distintos datos como su identificación, ubicación o actividad y recorridos que realizan, y también el estado de los pastos o la temperatura de las reses que, como recuerda García, es un aspecto «crítico» en momentos como los del parto. Estos datos se remiten a “la nube” –la central que procesa la información- donde se almacenan los resultados, se procesa la información, se generan las alertas pertinentes y se crea la cartografía de la situación de los animales que componen el rebaño que se rebotan a los pastores y demás usuarios del programa quienes por medio de una aplicación web pueden ver la información en el aparato receptor, recibir alertas y disfrutar de un panel de control de la información recibida pudiendo así actuar en consecuencia.

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