El inicio del año viene marcado por una arraigada tradición, las hogueras de enero, en las que el carácter purificador y festivo del fuego se sacraliza con su vinculación al santoral, ritual compartido por vecinos y visitantes en muchas localidades aragonesas.
Durante el mes de enero, las hogueras prenden por todo Aragón reviviendo una ancestral y muy arraigada tradición que celebra el inicio del ciclo anual. Superado el solsticio de invierno y las fiestas navideñas, el fuego congrega a vecinos y visitantes en calles y plazas combatiendo el frío de las noches de enero en un encuentro festivo donde se comparten alimentos, canciones y bailes.