La adaptación del glaciar de La Maladeta al cambio climático, tema de una jornada técnica celebrada en la CHE

0
530

. Se han presentado los últimos datos disponibles que reflejan un retroceso de 20 metros desde los años 90.
. El modelo hidrológico ASTER permite estimar la evolución futura del glaciar de La Maladeta hasta el año 2100 en función de diferentes escenarios de cambio climático.
. Una actividad integrada en los trabajos de seguimiento de esta masa en los programas ERHIN y PIMA-Adapta
La sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro ha acogido esta mañana la jornada «Adaptación al cambio climático del glaciar de La Maladeta (Huesca)», un proyecto con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad y que toma como referencia los trabajos de seguimiento de esta masa de los programas ERHIN (Evaluación de los Recursos Hídricos procedentes de la Innivación) y PIMA-Adapta (Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España).
La CHE ha colaborado en la organización de esta jornada por parte de SPESA Ingenieria, empresa que realiza los estudios de la evolución del glaciar y se ha dirigido a un público técnico especialista en hidrología y recursos nivales.
En la primera parte de la jornada se han analizado los últimos datos disponibles que indican un retroceso de unos 20 metros de profundidad desde los años 90, cuando comenzó el seguimiento sistemático de los glaciares como uno de los indicadores clave de la evolución del cambio climático.
También da idea de la clara regresión del glaciar, la medición de la superficie del cuerpo principal del glaciar que en la última campaña es de 23,31 hectáreas, frente a 50 hectáreas al inicio de la serie.
Se ha desarrollado un modelo hidrológico, que permite estimar la evolución del glaciar de La Maladeta en el periodo 2018-2100 para diferentes escenarios de cambio climático. Los resultados se resumen en una permanencia del glaciar de entre 20 y 30 años para los escenarios más pesimistas.
La plataforma de intercambio y consulta de información sobre adaptación al Cambio Climático en España (adaptecca.es), presenta 12 modelos climáticos para dos escenarios climáticos de emisiones de gases de efecto invernadero (RCPs), que se han tomado como base para las proyecciones futuras mediante el desarrollo del modelo hidrológico.
El modelo hidrológico distribuido ASTER permite tener en cuenta la acumulación y fusión de hielo y nieve, la cota, orientación y pendiente del glaciar y su transformación en agua de escorrentía. Pese a ser un fenómeno muy complejo y muy sensible a las variaciones climáticas, las mediciones hechas hasta la fecha han hecho posible que el modelo pueda estimar la evolución futura del glaciar, calculando una permanencia del glaciar de entre 20 y 30 años para los escenarios más pesimistas.
Los glaciares son valiosos testigos de la actividad nival y por tanto hidrológica. Proporcionan información sobre acumulación anual y acusan las variaciones interanuales del clima en forma de fluctuación de sus frentes. Su estudio se convierte así en un instrumento útil para medir el sentido y magnitud de los cambios climáticos y en el caso concreto de los glaciares pirenaicos, como el de La Maladeta, su posición meridional los convierte en un valor excepcional y casi único a nivel internacional.
Metodología
La última parte de la jornada se ha dedicado al apartado técnico del seguimiento, donde se ha explicado que en La Maladeta se instalaron en 1991 siete balizas en el cuerpo del glaciar para los trabajos de balance de masa y movimiento superficial del hielo y se han realizado reinstalaciones de estos elementos a medida que iban quedando inoperativos por aflorar del hielo, contabilizándose un total de 26 balizas instaladas a lo largo del tiempo. Actualmente quedan una baliza instalada en 2007, tres en 2013 y la instalada en 1991 en la parte alta del glaciar.
El balance anual de masa expresa la variación sufrida por el volumen de hielo de un glaciar a lo largo de un periodo hidrológico anual. Para ello se mide la superficie inicial al comienzo del periodo invernal, el perfil de máxima acumulación nival y el perfil final tras el periodo de ablación (fusión nival y hielo). Si no se funde toda la nieve acumulada en invierno y por tanto, el perfil final se sitúa intermedio entre el inicial y el máximo, el balance es positivo y se da ganancia de masa. Por el contrario, si desaparece toda la nieve invernal e incluso funde parte del hielo glaciar, hay pérdida de masa preexistente. El balance es nulo cuando el valor de la fusión equivale al de la acumulación.
En los estudios del glaciar de La Maladeta se utiliza un método que se apoya en los datos obtenidos a partir de una red de balizas instaladas en el hielo a distintas altitudes, así como de medidas topográficas sobre la superficie. Las medidas de acumulación (junio) se apoyan en sondeos en la capa de nieve con extracción continua de testigo y pesada directa, usándose altímetros o GPS para posicionarlas lo más cerca posible de las balizas que en esa época no suelen ser visibles. Las medidas de ablación (septiembre) se realizan directamente sobre las balizas y con topografía de la superficie glaciar.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.