El pasado día 01 se recibió una llamada en la Central 062 de la Guardia Civil, en la que un cazador comunicaba que uno de sus perros se había quedado enriscado en una zona de difícil acceso en las proximidades de la localidad de Belsué, término municipal de Nueno. A pesar de haber intentado llegar hasta él, era un lugar peligroso para su integridad, siendo imposible para el animal salir de esa zona por si mismo.
Ese mismo día, los componentes del Ereim de Huesca tenían previstos ejercicios de preparación técnica propios de su especialidad, por lo que decidieron realizarlos por la zona de Nueno y así poder ayudar al animal, poniéndose en contacto con el propietario para conocer la ubicación aproximada donde se encontraba.
Llegados al lugar observaron que el perro se encontraba en una ladera muy escarpada por lo que los especialistas, tras caminar unos 30 minutos por un terreno inestable, monte a través y con espesa maleza llegaron a una zona donde tuvieron que ataviarse con cuerdas y asegurarse al terreno para realizar una pequeña escalada hasta llegar al animal.
Una vez que consiguieron que el perro se acercase a ellos, le colocaron un arnés para poder descenderlo con seguridad, utilizando para ello una cuerda de unos 20 metros, que fueron colocando por los arbustos que encontraban más fuertes, pudiendo trasladar al animal hasta la senda donde se encontraba su dueño.