Tras la recuperación durante las pasadas Fiestas en Honor de la Natividad de Nuestra Señora del Dance de San Ramón de la mano de los Danzantes de Barbastro, Los Gaiteros del Somontano y el músico y folclorista barbastrense Blas Coscollar, los Danzantes de San Ramón buscan nuevos integrantes. Para ello, y con el objetivo de consolidar la recuperación de este baile tradicional que fue pieza clave de las celebraciones populares en la Ciudad hasta mediados del siglo XX, abren el grupo a niñas y niños con 7 años o más y adultos de todas las edades. Este mismo mes de noviembre, y utilizando las redes como herramienta, han hecho un llamamiento a niños jóvenes y adultos de Barbastro para que, quien lo considere y pueda, se incorpore al grupo que, cada jueves, ensayará en el Recinto Ferial.
“De momento, articularemos tres grupos: de 18.30 a 19.30 para los más pequeños, de 19.30 a 20.30 para adolescentes y de 20.30 a 21.30 para adultos. Quien se quiera sumar, sólo tiene que enviarnos un mensaje al número de Whatsapp 699644344. Buscamos gente de todas las edades y vamos a empezar este otoño”, explica Pepi Jara, la coreógrafa que, junto a Blas Coscollar, los gaiteros Manuel Rodríguez y Juan Carlos Girón y los danzantes Vicente Salamero y Fernando Noguero (miembros ambos del grupo Tradiciones) impulsan la recuperación de este baile tradicional que se presentó el pasado 2 de septiembre en la Plaza Aragón y dentro del programa de las Fiestas.
Una larga historia
La relación de Barbastro con los dances se remonta hasta la fundación misma de la ciudad y está presente, incluso en el relato de la expulsión y destierro de San Ramón, patrón y Obispo de la capital del Somontano, en junio 1116 por los manejos del entonces Obispo de Huesca. Ya entonces, y así lo ha detallado hoy Coscollar en el Salón de Plenos, se bailaba en Barbastro y el Obispo Santo vio en su huida como la ciudad celebraba el solsticio de verano con hogueras en torno a las que bailaban danzantes.
Durante los siglos siguientes, el dance formó siempre parte de las celebraciones populares y la documentación que lo atestigua es numerosa, especialmente a partir del siglo XVIII. Se bailaba al son de melodías anónimas y con cantares construidos a partir de reglas mnemotécnicas y coreografías de hileras y cuadros. Con todo, los Danzantes desaparecen de escena en 1956, el último año en el que, explica Fernando Noguero, se tiene noticia de su participación en las fiestas de San Ramón.
En los últimos 25 años, estudiosos de las tradiciones locales y, también, sencillos amantes de las mismas, han trabajado de manera desinteresada para recuperarlo, algo que se concreta en este 2024.