Windows 10 es la última versión del sistema operativo de escritorio de Microsoft, según la compañía, ya que de ahora en adelante todas las novedades se irán integrando al ecosistema a modo de actualizaciones gratuitas. Mientras tanto, los usuarios de anteriores ediciones, en concreto de Windows 7 y Windows 8.1, contamos con varias formas de dar al salto a la última versión.
El día 29 de julio de 2015 se estrenó Windows 10 en todo el mundo, y tal y como se anunció en aquel entonces, la actualización gratuita a esta nueva versión estaría disponible durante su primer año de vida. Esa fecha empieza a acercarse y llega el momento de recordar a los usuarios que les queda poco tiempo para actualizar sus equipos de forma gratuita a Windows 10.
Durante los primeros meses de vida del sistema operativo, la única forma de «trasladar» nuestra licencia de Windows 7 y Windows 8.1 al nuevo Windows 10 era utilizar la vía de actualización, para instalar esta última versión encima de la que ya tuviésemos en nuestro disco. Quién iba imaginar que un proceso como este podría ser tan catastrófico.
Sin embargo, tras la llegada de Build 10586 el sistema de activación se actualizó, de modo que actualmente ya es posible introducir claves de Windows 7 o Windows 8.1 al realizar una instalación limpia de Windows 10, cuando nos lo pidan en el formulario de instalación. Quizás al principio no se active, pero una vez recibas todas las actualizaciones tu equipo quedará completamente activado.
Personalmente recomiendo a todos los usuarios que hagan uso de esta última vía de instalación, es decir, formatear el equipo y realizar una instalación limpia. Obviamente, no sin antes haber comprobado que el fabricante de cada uno de los componentes del equipo cuenta con drivers para Windows 10, o si el ordenador portátil es compatible con dicha versión.
En concreto, a partir del día 29 de julio de 2016 la actualización a Windows 10 desde equipos con licencias válidas de Windows 7 y Windows 8.1 dejará de estar disponible. Lógicamente, aquellos que ya hubiesen realizado la actualización contarán con su licencia de por vida, pero si se te pasa esta fecha ya no tendrás la oportunidad de hacerlo.
De todos modos, aunque esto te ocurriese, ¿sabías que puede instalar Windows 10 de forma totalmente gratuita sin ningún inconveniente? No se trata de una opción temporal, sino que también es posible descargarse una ISO de Windows 10 desde la página de Microsoft, formatear el equipo e instalar este sistema operativo incluso sin tener ningún código.
El propio instalador te dará la opción de saltarte ese paso, aunque tendrás unas pequeñas limitaciones. En el escritorio aparecerá una marca de agua indicándote que actives Windows 10, y no podrás acceder a las opciones de personalización del sistema operativo, como cambiar el color de la barra del menú Inicio, y similares.
Pero en lo que respecta al resto del sistema operativo, este funcionará sin ningún tipo de problema o limitación añadida, recibiendo actualizaciones de forma habitual como cualquier otro equipo. Sin duda alguna, una solución ideal para quienes quieran probar Windows 10 pero no pueda adquirirlo, o comprar una clave de Windows 7 o Windows 8.
