Situado a las puertas del espectacular valle de Ordesa, el casco urbano de Torla conserva la arquitectura típica del Pirineo.
En Torla encontrarás una variada oferta de alojamientos, restaurantes y demás servicios y, al mismo tiempo, constituye una base perfecta para organizar excursiones por el valle de Ordesa y sus alrededores. Te informarán perfectamente de ello en el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, situado a la entrada del pueblo, junto al parking del que salen los autobuses con destino a la pradera de Ordesa en temporada alta.
Una de las fiestas más importantes de Torla-Ordesa la constituye el carnaval. Aquí no hay muñeco de carnaval que quemar en la hoguera. Todos los sucesos negativos se le achacan al «carnabal», una mezcla de oso y macho cabrío, encarnado por un joven de la localidad, ataviado con pieles, sacos y cuernos. Un tribunal, al que se le conoce como “de la Santa Inquisición”, formado por un juez y representantes del clero, perfectamente recreado, es el encargado de juzgar al «carnabal», al que acaban condenando a muerte. Otra de las peculiaridades de este carnaval consiste en los dichos y anécdotas referidos a hechos y personas de la localidad, que provocan la risa del público, sobre todo, la de los habitantes de Torla-Ordesa, conocedores de los protagonistas a los que van dirigidos.
En Linás de Broto puedes encontrar a Torre de la iglesia de San Miguel , declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
La carrera de montaña Os Foratos de Lomenás se ha convertido en un auténtico evento deportivo y en unas jornadas de convivencia de ‘trailrunning’ de alta montaña, abierta a corredores, senderistas y aficionados a este deporte.
Al margen de esta prueba deportiva, el municipio de Torla-Ordesa ofrece infinidad de posibilidades para la práctica de numerosas disciplinas, fundamentalmente relacionadas con la montaña, así como rafting, barranquismo, raquetas, cicloturismo y btt o excursiones en 4×4.