La festividad de San Antonio Abad, San Antón, es muy popular en Graus desde tiempos inmemoriales. Pero este año -la pandemia y sus condicionantes mandan- ha quedado un tanto deslucida ya que por razones de seguridad y de puro sentido común no se han podido celebrar ni la tradicional “Llega”, con la que los cofrades de la Cofradía del santo recorren las calles de la villa demandando donativos en metálico o en especie para contribuir a financiar esta entidad de profundo carácter asistencial, ni la posterior subasta en la que los grausinos pujan en un ambiente festivo por los productos ofrendados durante la “Llega”.
No obstante, la bendición de animales que es la otra vertiente que acompaña siempre a esta celebración sí que se ha podido desarrollar este sábado en el entorno del mesón parroquial –junto a la iglesia de San Miguel- al que se acercaban en una fresca mañana un numeroso grupo de personas con sus animales de compañía. Se guardaron los protocolos de seguridad que requiere la excepcional situación que estamos viviendo desde hace ya diez meses y los asistentes mantenían las distancias de alejamiento social aconsejadas mientras el párroco, mosen Ignacio Cardona, esparcía con su hisopo el agua bendita.
La cofradía de san Antón, paralelamente, ha organizado un amplio horario de entrega de los populares “cordonez” y las estampas bendecidas del santo que se pueden recoger este sábado y domingo en la iglesia parroquial. Las personas que quieran colaborar con sus programas asistenciales, estos meses más necesarios que nunca, pueden entregar su donativo cuando recojan esos característicos “cordonez” trenzados en amarillo y rojo que muchos grausinos lucen orgullosos anudados a su muñeca como signo de identidad colectiva sabiendo que se han respetado todos los protocolos sanitarios en su manipulación para evitar problemas de posibles contagios indeseados.