CHA-Ribagorza traslada al Senado la preocupación que han trasmitido ganaderos y agricultores por la posible existencia de avionetas anti-lluvia

0
165

El Ligallo de Ribagorza de Chunta Aragonesista se ha hecho eco de la preocupación existente entre numerosos agricultores y ganaderos ribagorzanos por la que estos consideran «inexplicable» manera en que muchas nubes tormentosas que parece que van a descargar en territorio ribagorzano se deshacen repentinamente sin que se produzcan las que años atrás eran habituales lluvias veraniegas «claves para refrescar y humedecer el terreno y prepararlo para las labores del otoño».
Según señalan los responsables de la formación aragonesista, los agricultores y ganaderos les han hecho llegar su malestar por el hecho de que durante varios días de este verano que han amanecido nublados y con previsión de lluvia supuestamente han aparecido en los cielos de la comarca las avionetas conocidas como rompenubes o anti-lluvia que buscan disipar las nubes y así impedir que llueva o granice en algunas zonas.
Una situación que, según denuncia el presidente del Ligallo ribagorzano, José Antonio Pueyo, «tiene graves consecuencias sobre la mayor parte de los cultivos y los pastos que sufren la ausencia de lluvias, y por ello esta práctica está prohibida en el primer artículo de la Ley de Aguas, cuando se prohíbe explícitamente la modificación artificial del ciclo natural del agua».
Por ello, Pueyo ha anunciado que por medio del senador de Compromís, Carles Mulet, CHA-Ribagorza va trasladar al Gobierno Central esta preocupación para conocer qué hay de real en estas prácticas y el seguimiento que se hace de las mismas, «ya que de confirmarse suponen un evidente perjuicio, y por ello es necesario disponer de información veraz y pública de quienes están autorizados a realizar estas emisiones».
Independientemente de si se confirma o no la existencia y actuación de estas supuestas avionetas anti-lluvia, lo cierto es que en los últimos veranos prácticamente han desparecido en los tierras de la Baja Ribagorza las antaño habituales tormentas de verano que solían descargar notables cantidades de agua durante los meses de julio y agosto, lo que está ocasionando numerosos problemas para el sector agro ganadero, además de incidir muy negativamente en el clima de la zona, con temperaturas medias mucho más altas que hace unos años al no beneficiarse del efecto de refrescamiento del ambiente que propiciaban las lluvias. El efecto de esta sequía veraniega también se puede apreciar en la gran cantidad de árboles jóvenes, y no tan jóvenes, que se han secado este verano por la ausencia de precipitaciones, lo que multiplica el riesgo de aparición de los temidos incendios.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.