El incombustible atleta ribagorzano -de origen zaragozano- Chema Artero se proclamó campeón de España de Cross en la categoría de veteranos M50 en el campeonato disputado en la ciudad de Calatayud el pasado domingo. Residente desde hace muchos años en Castejón de Sos, la victoria de Artero ha supuesto una gran alegría en la zona donde su ejemplo y valía deportiva ha hecho escuela y se ha traducido en la creación del Club Medio Maratón Valle de Benasque que cuenta con numerosos asociados y desarrolla un activa vida deportiva en la Alta Ribagorza.
Artero llegaba a Calatayud tras haber enfocado la preparación de la temporada de cara a hacer el mejor papel posible en el campeonato de España. «Lo cierto es que mi ilusión era poder entrar en la selección absoluta aragonesa y estuve a punto de conseguirlo porque tan sólo me separaron un par de puestos», explica. Por ello, su trabajo en la temporada invernal había estado orientado a conseguir el pico de forma en estos días del campeonato de España después de haber participado en varios crosses para alcanzar el momento óptimo de competición.
«El domingo llegué con buenas sensaciones, sin ningún tipo de molestias y con la intención de competir a tope», explica reconociendo que no se sentía favorito y que no esperaba ganar la carrera «porque había varios rivales muy duros». Por ello planteó una carrera en la que no se cebó con el ritmo inicial, de hecho en el primero de los seis kilómetros de la prueba ocupaba una posición bastante alejada de la cabeza para ir remontando a partir del segundo kilómetro cuando los rivales empezaron a acusar la fuerte marcha imprimida. «Allí se estableció ya la selección del grupo más fuerte pero fue a partir del kilómetro quinto cuando se clarificó definitivamente la carrera y ya en el sexto estuvo la clave cuando el también altoaragonés Carlos Oriach, a la postre tercero, dio el tirón definitivo e impuso un ritmo fortísimo que puede seguir para acabar imponiéndome en el sprint final», recuerda Artero que entró vencedor tanto de su categoría de M50 como de la de M45 con cuyos corredores estaba disputando la carrera.
Para el castejonense, esta victoria supone «un regalo» y para sus convecinos el reconocimiento a una trayectoria deportiva de más de treinta años en los que Artero ha mantenido una relación de profundo enamoramiento con el atletismo.