Juan Martínez, un joven grausino experto en nutrición, nos ofrece un interesante estudio sobre nuestros hábitos alimenticios, que refleja unos preocupantes datos que deberíamos valorar en su justa medida, y nos propone unas recomendaciones para cuidar nuestra salud.
En los últimos años, la alimentación está transformándose a pasos agigantados. Las personas cada vez se preocupan más por ella y valoran más su salud (1).
En España tenemos la suerte de contar con unas condiciones idóneas para el cultivo de numerosos productos y esto nos permite tener acceso directo a gran variedad de alimentos, optando así a la dieta mediterránea. Gracias a los mercados y la globalización, podemos combinar esta dieta mediterránea con alimentos de otras culturas que nos traen multitud de beneficios.
PREDIMED, es un ensayo clínico que mide la prevención de la dieta mediterránea frente a enfermedades. Certifica en sus estudios que la dieta mediterránea reduce la incidencia de eventos cardiovasculares, reduce los problemas de hipertensión, revierte el síndrome metabólico, prevención del deterioro cognitivo, disminuye el riesgo de diabetes y de parecer cáncer (2).
Sin embargo, en España, está aumentando la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y crónico degenerativas como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, la obesidad, enfermedades cognitivas…) (1).
En las encuestas nacionales de salud en España (ENSE), evalúa el estado de salud de la población española entre otros aspectos y hay varios resultados bastante preocupantes(1):
– El 19,8 % de la población adulta tiene hipertensión arterial.
– El 17,9 % sufre colesterol elevado, duplicándose en los últimos 20 años.
– La diabetes crece a pasos agigantados, sobre todo en los grupos de personas de clase social menor y constituye ya un 7,8 % de la población adulta.
– La obesidad en España afecta a un total de 17,4 % de la población adulta y teniendo en cuenta obesidad y sobrepeso conjuntamente un total de 54,5 %.
– Respecto a la obesidad infantil nos encontramos con un 10,3 % de prevalencia, muy vinculado a la clase social. El consumo de productos azucarados, diarios, para este grupo de edad es de 44,4 %.
Como hemos comentado, la hipertensión es el problema de salud más frecuente afectando a casi un 20 % de la población adulta. Uno de los factores que más predisponen hacia esta situación fisiológica es el consumo excesivo de sal. De media un español toma 10 gramos de sal diarios (3) el doble de lo que recomienda la OMS. Controla tu consumo de sal.
La obesidad y la diabetes, también están en auge. En la población española se da un elevado consumo de azúcar y alimentos procesados. La media de consumo de azúcar en la población española es de aproximadamente 75 gramos de azúcar al día (4). Para que os hagáis una idea, la OMS recomienda no consumir más de 25 gramos al día. Controla tu consumo de azúcar.
Con todo esto no quiero decir que dejando de consumir azúcar y sal te vayas a volver inmune a enfermedades crónico degenerativas y cardiovasculares, pero si tendrás menos riesgo. El daño que provoca excederse con estas sustancias día a día, no lo vas a ver inmediatamente sino que lo verás pasados varios años.
Por supuesto otro gran factor que predispone a estas enfermedades es el consumo de drogas como el alcohol y el tabaco, instaurados en la sociedad como algo normal y que realmente son una bomba de relojería para nuestro organismo. Y me vale el mismo comentario de arriba; los efectos más aparecerán con el paso del tiempo.
Para acabar me gustaría hablar de algunos alimentos característicos de la dieta mediterránea y que no están valorados como deberían:
– El aceite de oliva con una ingesta media: 54 g/día está relacionado con la reducción de un 82 % de sufrir un primer infarto de miocardio, es decir sugiere una reducción del riesgo de enfermedad coronaria (5). Está vinculado con la reducción de riesgo de padecer cáncer (6). Recomendado para la prevención de la obesidad (7). Además existen multitud de experimentos que evidencian los efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre la presión arterial, la hemostasia, la inflamación o la termogénesis, la diabetes… (8).
– El consumo de frutos secos está vinculado con un 50 % menor de riesgo de enfermedad coronaria (consumo de 5 o más veces por semana (24 gramos día) (9). Ayudan a reducir y mantener los niveles óptimos de colesterol circulante del cuerpo (10) y está asociado con un efecto protector frente al cáncer (11). Además no está asociado al aumento de peso corporal; Cantidades de hasta 50 g diarios no incrementan el peso, debido a su efecto saciante y a su cantidad de fibra que hace que una cantidad de su valor energético no se absorba y sea expulsado por heces (12).
– El consumo de legumbres se ha reducido en un 60 % en las últimas décadas(13). Desde el punto de vista nutricional tienen un gran aporte de proteínas, almidón, fibra, vitaminas y minerales. Existen evidencias científicas que hablan de las propiedades preventivas frente a la diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, enfermedades inflamatorias y cáncer (13).
– Las frutas y verduras además de tener numerosos minerales, vitaminas, fibra alimentaria y sustancias no nutritivas muy beneficiosas como los fitoesteroles, flavonoides y otros antioxidantes,está comprobado que un consumo óptimo reduce la incidencia de cáncer, obesidad y enfermedades cardiovasculares (14,15).
Según la OMS en 2017 unos 3,9 millones de muertes en el mundo se debieron a un consumo inadecuado de frutas y verduras (16).
CUIDATE porque nadie lo hará por ti y conseguirás grandes resultados cambiando pequeños malos hábitos.
Si tienes alguna pregunta puedes contactar conmigo en Instagram @j.bola222.
Juan Martínez, julio de 2020
Bibliografía:
1. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social – Portal Estadístico del SNS – Encuesta Nacional de Salud de España 2017 [Internet]. [citado 8 de julio de 2020]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuesta2017.htm
2. Predimed.es [Internet]. Predimed.es. [citado 8 de julio de 2020]. Disponible en: http://www.predimed.es/
3. Nutrición FFE de la. La sal y su consumo [Internet]. FEN. Fundación Española de la Nutrición. [citado 9 de julio de 2020]. Disponible en: https://www.fen.org.es/index.php/en/firma/la-sal-y-su-consumo
4. Anibes [Internet]. Anibes. [citado 9 de julio de 2020]. Disponible en: https://www.fen.org.es/anibes/es/ingesta_dietetica_azucares
5. Fernández-Jarne E, Martínez-Losa E, Prado-Santamaría M, Brugarolas-Brufau C, Serrano-Martínez M, Martínez-González MA. Risk of first non-fatal myocardialinfarctionnegativelyassociatedwith olive oilconsumption: a case-control study in Spain. Int J Epidemiol. abril de 2002;31(2):474-80.
6. Moreno TG. Aceite de oliva, fuente y esperanza de salud para el cáncer de colon. :45.
7. Dalmau J, Vitoria I. Prevención de la obesidad infantil: hábitos saludables. An Pediatría Contin. enero de 2004;2(4):250-4.
8. Zamora Ardoy MA, Báñez Sánchez F, Báñez Sánchez C, Alaminos García P. Aceite de oliva: influencia y beneficios sobre algunas patologías. AnMed Interna. marzo de 2004;21(3):50-4.
9. Fraser GE, Sabaté J, Beeson WL, Strahan TM. A possibleprotectiveeffect of nutconsumptiononrisk of coronaryheartdisease. TheAdventistHealthStudy. ArchInternMed. julio de 1992;152(7):1416-24.
10. Kris-Etherton P, Eckel RH, Howard BV, StJeor S, Bazzarre TL, NutritionCommitteePopulationScienceCommittee and ClinicalScienceCommittee of the American HeartAssociation. AHA ScienceAdvisory: Lyon DietHeartStudy. Benefits of a Mediterranean-style, NationalCholesterolEducationProgram/American HeartAssociationStep I DietaryPatternon Cardiovascular Disease. Circulation. 3 de abril de 2001;103(13):1823-5.
11. González CA, Salas-Salvadó J. Thepotential of nuts in theprevention of cancer. Br J Nutr. noviembre de 2006;96 Suppl 2:S87-94.
12. García-Lorda P, MegiasRangil I, Salas-Salvadó J. Nutconsumption, bodyweight and insulinresistance. Eur J ClinNutr. septiembre de 2003;57 Suppl 1:S8-11.
13. Delgado-Andrade C, Olías R, Jiménez-López JC, Clemente A. Aspectos de las legumbres nutricionales y beneficiosos para la salud humana. Arbor. 30 de junio de 2016;192(779):313.
14. McCullough ML, Robertson AS, Chao A, Jacobs EJ, Stampfer MJ, Jr DRJ, et al. A prospectivestudy of wholegrains, fruits, vegetables and colon cancerrisk. Cancer Causes Control. 1 de diciembre de 2003;14(10):959-70.
15. Fondo Mundial de Investigación del Cáncer Internacional [Internet]. [citado 9 de julio de 2020]. Disponible en: https://www.wcrf.org/
16. OMS | Aumentar el consumo de frutas y verduras para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles [Internet]. WHO. WorldHealthOrganization; [citado 9 de julio de 2020]. Disponible en: http://www.who.int/elena/titles/fruit_vegetables_ncds/es/