Sariñenense de nacimiento y monegrino de condición, José Luís Yzuel Sanz, presidente de la Federación de Hostelería de España desde hace casi tres años, explica como este sector asume “con responsabilidad las medidas tomadas, si bien somos conscientes de la difícil situación que estamos atravesando, teniendo siempre en mente la preservación de nuestra salud”.
No obstante, consideran que esta clausura debe acompañarse de medidas concretas de diversos tipos para garantizar la subsistencia del sector en esta difícil situación, “sin precedentes, ahora es el momento de aceptar la situación y pronto empezaremos a pensar y por supuesto, a resolverla”.
Para Yzuel, que desde que nació ha estado vinculado con la hostelería, este sector es el que más ofrece “felicidad, en el que prima el compartir, tapas, cervezas, amistad, nos identifican como modelo social, en el pueblo, en turismo, los bares españoles somos la primera red social que ha habido en el mundo”, si bien considera que el coronavirus presenta “un nivel de gravedad peligrosísimo porque hostelería, sus restaurantes, hoteles o bares necesitan estar vivos y en marcha”, señala el presidente con optimismo “cuando pase todo florecerá y deseo que nos parezcamos a lo que hemos sido, que sigamos siendo la hostelería de compartir, porque somos así, una referencia en el mundo”.
En referencia al espíritu de solidaridad que distingue a los hosteleros, Yzuel se siente orgulloso “las muestras de solidaridad y colaboración con la población son diarias, desde restaurantes que han aportado comida a ONGS, a comedores sociales o a los empleados de los hospitales, así como dejar camas cuando se sobrepasan los ingresos en los hospitales”, si bien el tema de reparto a domicilio, delivery, como alternativa para muchos restauradores “esta algo flojo, todos tenemos las despensas llenas y de momento la demanda no es alta”.
Yzuel subraya que la crisis sanitaria afecta en enorme medida, aún sin cuantificar exactamente, tanto al segmento hotelero como al de la restauración, “el Gobierno debe de hacer mucho, nunca ha existido una situación similar y es necesario suspender cualquier pago a la administración que no debe pasar ningún recibo, tasa o impuesto”, indica considerando que “estamos cerrados y hemos dejado de tener ingresos y seguimos teniendo gastos, por lo que hay que paralizar créditos, hipotecas, préstamos…”, apunta Yzuel poniendo como ejemplo “Francia o Italia, donde se han tomado medidas extraordinarias”, aprovechando para pedir generosidad a los arrendatarios “deberían hacer un ejercicio de solidaridad suspendiendo el cobro de todos estos negocios que no están funcionando”.
La hostelería española y los empresarios, en general, están sufriendo la parálisis de los mercados, el freno de la llegada de turistas extranjeros, la reducción del consumo o el más que previsible cierre de numerosos establecimientos hoteleros y de restauración en los focos urbanos más afectados por el Covid-19, el incremento de la incertidumbre es evidente, tanto entre operadores de hoteles como de restaurantes, ya sean singulares o integrados en grupos y cadenas organizadas, urbanos o rurales.
