Estrellas. Muchas estrellas hubo en la primera noche de la XXXI edición de Pirineos Sur, en la que el flamenco inundó el pantano de Lanuza. La noche brillante del Valle de Tena puso el punto bucólico, ese que solo posee el festival oscense. Pero en el escenario también relucieron el concierto de Estrella Morente y el homenaje que se ofreció a “La leyenda del tiempo” de Camarón.
La hija del desaparecido y añorado Enrique Morente regresó al escenario de Pirineos Sur después de más de diez años, manteniendo esa voz que le ha colocado como nombre fundamental actual del flamenco. Conoce muy bien el escenario, todos los escenarios; prácticamente se ha criado en ellos. Salió a escena y al público ya lo tenía entregado. Fandangos, tangos… Estrella se mueve con elegancia y soltura entre estilos. Sabe rodearse de buenos músicos, quienes elevaron la intensidad la actuación.
Sin embargo, uno de los momentos más hermosos de la noche, que logró casi enmudecer al público, fue cuando acompañada de su guitarrista Pepe Montoyita rescató los versos de Federico García Lorca a los que su padre puso música. La cantaora se retiró brevemente para ceder el protagonismo al maestro de las seis cuerdas y su “Rondeña de Ramón Montoya”
A la vuelta de su banda al completo, Estrella Morente volvió a irrumpir en las tablas con una fuerte ovación de sus seguidores, para volver a encandilar con sus dotes vocales, ya sea sola acompañada de piano o guitarra. “Volveré”, la canción que rescató de Carlos Gardel para la película de Pedro Almodóvar, sirvió de cierre de una actuación con la que la cantaora volvió a conectar con el público de Pirineos Sur.
“La leyenda del tiempo” fue un disco irrepetible, en el que el talento de diversos músicos aupó a la inmortalidad el arte de Camarón de la Isla. E igual de único fue ayer el concierto de homenaje que realizó su familia y algunos de los instrumentistas con más talento del flamenco, juntos por primera vez y última en este proyecto.
Jorge Pardo, quien se ocupó de la flauta en la grabación de “La leyenda del tiempo”, ejerció de maestro de ceremonias, presentando a la banda y marcando los ritmos del recital. Comenzaron con la canción que da título al disco, pero no continuaron con su orden. Ese trabajo nació como una obra libre, sin ataduras, con un Camarón exultante comandado por Ricardo Pachón. Por lo que continuar con ese espíritu libérrimo tenía todo el sentido, ya sea dando aires aún más jazzísticos o dejándose llevar por tangos o seguidillas. Gema y Rocío Camarón acapararon buena parte de las miradas del público, con su cante y palmas y gracejo natural que llevan en sus genes, pero también dejó impronta su hermano Luis a la guitarra española y, por supuesto, Carlos Benavent al bajo y Toni Di Geraldo a la batería.
Con el espectáculo ya bien engrasado salió al escenario el cantaor Pedro el Granaíno, dejando constancia de su excelente estado de forma vocal y dominio del cante flamenco. “La nana del caballo grande” estremeció como logra en el disco y la alegría del recinto llegó con la siempre agradecida “Volando voy”. Entre tanto, hubo tiempo para que Pardo, a los vientos, desplegara su enorme talento y para que el Granaíno se luciera casi en solitario.
“Soy gitano”, otra de las canciones más reconocidas de José Monge Cruz, perteneciente a uno de sus discos más exitosos, sirvió como primer cierre del show. Y entre palmas, guitarras y muchas caras de alegría entre el público finalizó un concierto que se planteó como un homenaje a un disco histórico, pero resultó algo mucho más grande: una reivindicación del arte flamenco y del pueblo gitano.
Así se ponía el broche final a la primera jornada de esta edición de Pirineos Sur que continuará mañana sábado con los conciertos de Israel Fernández y Lin Cortés y que ya ha colgado el cartel de ‘Sold Out’ el próximo viernes 12 de julio con la actuación de Vetusta Morla y Airu, en un fin de semana en el que también llegarán al pantano de Lanuza artistas como Meute, Rodrigo Cuevas, Loreena McKennitt, Lila Downs y Mulatu Astatke.
El duende no se va del pantano de Lanuza
Mañana nos espera otra exquisita jornada dedicada al flamenco, con dos nombres jóvenes que están renovando el género: Israel Fernández y Lin Cortés. El cantaor Israel Fernández llega a Pirineos Sur para hacer un exquisito recorrido por su discografía. En su cante confluyen el legado más puro del flamenco tradicional y la contemporaneidad y transgresión, que ya han convertido al artista toledano en un gran exponente del género. Una jornada maravillosa en la que el artista, voz indiscutible para entender la actualidad de este género tan profundo y ancestral, recorrerá gran parte de su repertorio en el que se encuentra su último trabajo discográfico “Pura Sangre”.
Por su parte, Lin Cortés es un maestro de la fusión de estilos y punta de lanza del nuevo flamenco. Es uno de los artistas más respetados del panorama internacional en este género. Ha colaborado con artistas de la talla de Enrique Morente, Vicente Amigo, Raimundo Amador, Rosalía, Rosario Flores o Antonio Carmona y estrellas internacionales como Howe Gelb o Buddy Miles, batería de Jimi Hendrix. Y para finalizar la noche habrá que estar atentos al cielo. A Luna Roja le gustan las sesiones con mensaje y se deja llevar por lo que le transmite la fase lunar. Cada espectáculo es único y abarca los más diversos géneros: electro, techno, breakbeat, funk, música disco, cumbia, indie, pop, rock, músicas del mundo…
Sobre Pirineos Sur:
La historia
Hace 31 años la Diputación de Huesca ponía en marcha el Festival Pirineos Sur, un punto de encuentro entre continentes, culturas y sonidos, que ya en sus primeras ediciones se convirtió en la referencia nacional de su género musical antes de que en España se hablara de multiculturalidad o globalización. Es también una apuesta por potenciar el turismo cultural en la provincia de Huesca
Tras tres décadas conserva la filosofía que lo vio nacer. El Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur ha recorrido musicalmente casi todo el mundo. Músicas y culturas provenientes de los cinco continentes y ediciones monográficas dedicadas a los creadores de diversos países, regiones y movimientos musicales.
Un festival de postal
Sin duda, uno de los grandes alicientes de Pirineos Sur, volverá a ser no solo la propuesta musical, sino en el entorno donde se ubica: un espacio natural privilegiado. En el corazón del Valle de Tena, en pleno pirineo aragonés, las serenas aguas de las 116 hectáreas del pantano de Lanuza reflejan la imponente montaña de la Peña Foratata, un gigante de 2.321 metros de altura. Su figura se convierte en el telón de fondo de un escenario que flota sobre estas aguas y donde cada tarde puede disfrutarse de la bella estampa de la puesta de sol como antesala de los espectáculos musicales.
Además, para mayor comodidad de los asistentes, el anfiteatro cuenta con un aforo máximo de 4.900 personas y está dividido en tres: un espacio con gradas de piedra, un foso a orillas del pantano donde bailar en primera fila y sin agobios y, por último, una balconada superior donde disfrutar de la experiencia con visión panorámica.
El festival está flanqueado por dos de los pueblos más bellos del Valle de Tena. Por un lado, Lanuza, la encantadora pedanía “rescatada” bajo las aguas del embalse; y por otro, el emblemático Sallent de Gállego, lleno de vida y típicos caserones de piedra. Senderismo entre cascadas, piragua o paddel surf en el propio pantano, quads, vías ferratas o paseos a caballo, cualquier actividad es posible como alternativa a completar cada fin de semana, incluso en familia. Y todo ello acompañado de una diversa oferta de gastronomía de altura que cuenta con restaurantes con soles Repsol.