Por Ana Pascual
La dedicación de Lorenzo Soler (Valéncia, 1936) al género del documental es visiblemente vocacional, aunque también ha probado con la ficción. Con más de 100 documentales rodados en 50 años ligados plenamente al cine, Soler es un auténtico maestro de este género del que también ha escrito libros y ha impartido clases en diferentes universidades.
– ¿Qué se siente al recibir un homenaje en un festival como Espiello?
– Primero, sorpresa, segundo satisfacción y tercero, agradecimiento.
– En 2010 ya participaste en el festival con ‘La mirada de Anna’, ¿en qué ha cambiado Espiello? Cuéntános tus impresiones….
– Ha cambiado para mejor, la selección de las películas es cada vez mas profesional , y además el entusiasmo de todos los que atienden el festival se ha redoblado. Un aplauso muy fuerte para todos los voluntarios.
– Vivir en el rural significa gozar de tranquilidad, de paz y de sosiego que no se encuentran en la gran ciudad. En ésta solo veo que dificultades para desenvolverse, para ser uno mismo. Tal vez echo de menos manifestaciones culturales, exposiciones, etc… pero puedo vivir perfectamente sin estos aspectos. Y sobre todo porque yo sigo trabajando en mis películas y ese es un buen ejercicio cultural.
– El documental tiene futuro porque siempre existirá la necesidad de divulgar la realidad que nos rodea.
– Mi obra preferida es la primera que hice, 52 Domingos en 1966.
– La ultima obra, realizada este año, es un documental histórico titulado El salón de los espejos grabada en el Ateneo de Soria. Es un documental sobre la historia de esta institución.
– Estoy preparando una película sobre una familia que vive en el campo. De nuevo un tema rural.