La Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón ha confirmado el inminente inicio de la tercera y última fase de la rehabilitación del claustro de la antigua catedral de San Vicente, en la localidad ribagorzana de Roda de Isábena. En esta ocasión, los trabajos se centrarán en la restauración de la arquería de su lado sur y de los paramentos de los lados sur, este y oeste con una intervención añadida en el pozo situado en el centro del jardín claustral.
«Este mismo lunes me han llamado para decirme que a finales del mes de mayo comenzará la tercera fase de esta restauración», confirma el párroco rotense, Aurelio Ricou, señalando que será la más ambiciosa y larga de las tres y que la actuación prevista se puede prolongar «por espacio de unos tres meses» antes de dar por finalizada totalmente la restauración de este monumental conjunto arquitectónico.
La empresa Arte, Conservación y Restauración S.L. (ARTYCO) será la encargada de nuevo de llevar a cabo esta restauración que, en esta última fase, tiene un presupuesto de 149.600 euros (IVA incluido) y que abordará la limpieza y consolidación de los epígrafes funerarios existentes en esa zona, la eliminación de morteros añadidos en restauraciones anteriores, la reposición de sillares erosionados, la erradicación de humedades y la impermeabilización de las techumbres siguiendo el proyecto redactado por el arquitecto y restaurador Fernando Guerra-Librero en marzo de 2014.
Ricou comenta que han sido «numerosas», las empresas que han concurrido a la licitación de los trabajos pero se muestra «satisfecho» de la finalmente elegida porque, recalca, «sus operarios han hecho muy bien su trabajo en las dos anteriores fases y, además, conocen perfectamente la dinámica de la restauración en este claustro».
Los 207 epígrafes que se conservan en el claustro de la antigua catedral ribagorzana están considerados como el conjunto epigráfico de carácter funerario más importante del medievo europeo y la labor de limpieza y consolidación realizada en las dos anteriores fases es valorada por Ricou como «espectacular». Estas inscripciones guardan una evidente unidad estilística aún cuando se fueron realizando en un amplio período entre mediados del siglo XII y finales del XV. El párroco explica que existió en Roda una escuela que marcó durante todo este tiempo las pautas a la hora de elaborar estos laudos sepulcrales dedicados tanto a canónigos y personas relacionadas con la ex catedral como a benefactores del templo, entre ellos los integrantes de varias familias nobiliarias de la zona. La unidad estilística no oculta las diferencias de calidad entre algunas de las inscripciones, en función de la maestría de sus ejecutantes, pero sí que preserva un estilo a lo largo de prácticamente cuatro siglos.
Las dos anteriores fases de los trabajos de restauración de la arquería y de los paramentos del claustro han permitido, así mismo, recuperar parte de la policromía original de estos epígrafes funerarios gracias a la utilización de técnicas novedosas y no invasivas como la aplicación del láser.
