Entrevistamos al actual presidente de la Comarca del Bajo/Baix Cinca, Marco Ibarz, para que nos explique los proyectos realizados y por llevar a cabo en su primera legislatura marcada por la pandemia. Conocemos los retos a los que se enfrenta la institución comarcal y las relaciones con las once localidades del territorio.

¿Cuáles son los principales retos del Bajo/Baix Cinca como Comarca?

Uno de los principales retos es la construcción de la residencia, un proyecto que se lleva arrastrando desde hace varias legislaturas para el que se ha ido guardando el remanente para cuando se pueda poner en marcha. Otro de los retos, gracias a una subvención del Plan de Sostenibilidad Turística, es la creación de una pasarela entre Zaidín y Velilla de Cinca de la que ya tenemos los permisos de la Confederación e Inaga aprobados. En principio, el proyecto inicial constaba de una pasarela peatonal que costaba unos 900.000 euros pero que más tarde derivó, mediante otros estudios, en un proyecto que permitiera circular a un vehículo esencial que permita acortar tiempos y trayectos para vehículos esenciales, tales como ambulancias, bomberos, etc.. Ahora estamos buscando la financiación para este proyecto que tiene un coste de unos tres millones de euros. Además, también queremos mejorar los servicios sociales al igual que acabar de encajar el tratamiento de residuos ya que vienen retos nuevos como los desechos orgánicos.

En esta primera legislatura tuviste que hacer frente a la pandemia, ¿qué supuso este reto?

Era una situación complicada porque nos enfrentábamos a nuestra primera legislatura y estábamos aprendiendo cómo funcionaban todos los servicios comarcales y, de repente, nos encontramos con la pandemia. Nos enfrentábamos a una situación nueva que todo el mundo desconocía, pero creo que el Gobierno de Aragón hizo un buen trabajo creando instrumentos para coordinarnos entre varios servicios, las UCOCAL, para poder tener una visión para controlar la pandemia en el día a día. Solíamos reunirnos una vez a la semana para tomar las decisiones necesarias; no fue fácil, pero, al final, conseguimos levantar situaciones muy complicadas de salud y control del Covid-19 y todo ello nos sirvió́ para aprender e intentar facilitar la vida a los vecinos de nuestra comarca.

La comarca del Bajo/Baix Cinca tiene varias particularidades como el mantenimiento de la densidad de población y una vinculación muy estrecha al sector primario

Dentro del reto demográfico somos de las pocas comarcas que mantenemos el nivel de población y, efectivamente, el sector primario es fundamental, aunque también hemos tenido que enfrentarnos a dos años de heladas que han supuesto una media del 60% de daños el primer año, que en un principio, pensábamos que era una situación excepcional pero que este año se repitió con hasta un 80% de pérdidas. Es una situación que también repercute a la comarca y a sus ciudadanos puesto que supone la contratación de mucha menos mano de obra (unos tres mil temporeros menos por año) que incide negativamente en el comercio, talleres, hostelería, etc.. Es un tema que nos preocupa y que ya hemos trasladado a otras instituciones como el Gobierno de Aragón o Agroseguro para intentar crear unas pólizas más atractivas para que los agricultores estén más protegidos.

¿Para qué sirve la Comarca?

Debería servir como unión de todos los pueblos donde todos seamos capaces de tejer una red solidaria comarcal. En general, es necesario proporcionar unas herramientas que no dejen a nadie atrás, y que a nivel local sería inasumible, sobre todo en lo que respecta a servicios sociales, residuos, deportes, etc…

Han pasado 40 años de la aprobación del Estatuto de Autonomía y de los 20 años de la comarcalización, ¿cuál es la valoración?

Los 40 años de autonomía han sido buenos porque dentro del territorio nos ha permitido legislar y adaptarlo a nuestro terreno; todo esto nos ha permitido tener ciertos servicios que a nivel nacional no hubiéramos podido crear. Por otro lado, creo que los 20 años de Comarca también han sido positivos porque si no existiera habría que inventarla, ya que sino los pueblos tendríamos serios problemas para poder ofrecer servicios de calidad, e incluso subsistir, con todas las nuevas normativas que debemos cumplir. Por ejemplo, es impensable hoy en día que cada Ayuntamiento tuviera su propio vertedero, o el resto de servicios, que desarrollados de forma conjunta, como es en comarca, son mucho más llevaderos para todos y nos ayudan de esta manera a oxigenar nuestros pueblos.  

Queda un año para terminar la legislatura, ¿qué te gustaría dejar terminado?

Aún teniendo dos años complicados, a fecha de hoy estoy contento por el trabajo que he podido realizar. En este sentido, tuvimos que hacer un cuarto de vaso de vertedero nuevo junto a la Comarca de Los Monegros, también hemos avanzado en un plan de desarrollo turístico, que está en proceso, donde cada pueblo se va a ver beneficiado con una actuación o dos (las que ha elegido cada consistorio), por un valor de unos 100.000 euros. Me gustaría iniciar la pasarela y dejar avanzado lo más posible la residencia, aunque no dependa solo de la Comarca, ya que los terrenos donde se ubicara, los cede el Ayuntamiento de Fraga (acaban de salir a licitación para que puedan urbanizarse y poder iniciar el redactado del proyecto). Otro reto se centra en la mejora energética como la dotación que se ha hecho recientemente con placas solares para el auto-consumo al igual que en la nave de residuos. Sabemos que aún nos quedan cosas por hacer, como sellar el vertedero antiguo, en el que también estamos trabajando para ver las realidades posibles para poderlo hacer, creando un consorcio donde se encuentren todas las partes implicadas en dicha obra.

Algunas de las cosas que hemos conseguido en la Comarca es que se mantenga el servicio de Protección Civil al que hemos dotado con nuevos vehículos como un todo terreno grande y uno más pequeño, para poder transitar por las calles más estrechas de nuestros pueblos, en casos excepcionales, dos cuñas para la nieve y dos saleros y dos remolques para poder desplazar los quads a distancias más largas que se necesiten, además de adecuar una nave que cumpla con todas las condiciones y ser su sede central. Respecto a residuos hemos aprobado dos modificaciones para adquirir dos nuevos camiones, uno para orgánica y otro para reforzar el parque actual, además de una compra importante de contenedores, para reposición de los más antiguos. También vamos a dotar a Servicio Sociales con un vehículo para el nuevo servicio creado el año pasado de Urgencias.

¿Cómo son las relaciones con los demás Ayuntamientos de la comarca?

Mayoritariamente las relaciones son buenas, siempre puede surgir, y surge, alguna discrepancia, debemos tener en cuenta que a veces se tratan temas muy delicados y que la misma solución pueda ser válida para algunos pueblos, pero para otros no, normalmente las discusiones no están en el fondo, pero si en la forma de resolverlo por alguna de las partes, entonces es cuando debemos ser capaces de sacar lo mejor de cada uno para poder llegar a un entendimiento.

Han sido años duros, donde desde luego, lo más complicado fue gestionar la pandemia, principalmente el primero, donde las decisiones no fueron fáciles y donde toco articular temas desde lo más desconocido por parte de todos, pero al final la suma de lo aportado por cada uno en mayor o menor acierto nos ayudó a salir adelante, y es con lo que nos debemos quedar, con la situación salvada y el aprendizaje para nuevas situaciones que se puedan dar.

¿Los pueblos deberían apostar más por la comarca?

Si, sería bueno y necesario que los municipios, y concretamente los alcaldes (incluido yo como alcalde de Zaidín) deberíamos pensar más en Comarca, como proyecto comarcal, porque disponemos de grandes potenciales, primero en el sector humano, ya que somos una Comarca muy emprendedora. Tenemos un sector primario muy potente, rodeado de un sector empresarial muy fuerte, con una brisa nueva que debería aportarnos el sector turístico, concretamente el fluvial, no olvidemos que por nuestra comarca transcurren los ríos Alcanadre, Cinca, Segre y Ebro, además de contar con los embalses de Riba-roja, San Salvador y Mequinenza, y balsas, como las de Candasnos o las de la finca de San Miguel, también sin olvidar todo lo que alrededor de ello se puede llegar a mover, rutas patrimoniales, rutas de floración, rutas gastronómicas, rutas btt, etc…

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