Robres se consolida como escenario de recreación histórica y se vuelca con la segunda edición del campamento de la guerra civil

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La localidad monegrina pone el broche final de este modo hoy al curso extraordinario de verano de la Universidad de Zaragoza titulado “Public history: Guerra civil, recreación histórica y puesta en valor del patrimonio”, que desde el pasado martes ha celebrado su segunda edición con un balance muy positivo por parte de su director, Pablo Gracia, y de la alcaldesa de Robres, Olga Brosed, quienes coinciden en que se trata de iniciativas que contribuyen a poner en valor el patrimonio cultural, así como a dinamizar el territorio

Soldados jugando al dominó, tomando una copa en la cantina, comprando tabaco o aprendiendo a leer y a escribir en una improvisada escuela, enfermeras reponiendo material sanitario y hasta un miliciano afeitándose a golpe de navaja. Son escenas cotidianas de la retaguardia de un campamento militar republicano de 1936 que hoy se han revivido en Robres a través de la segunda edición de la recreación histórica organizada como colofón al curso de verano de la UZ que se ha desarrollado durante esta semana en la localidad monegrina por segundo año consecutivo. La actividad, enmarcada en un claro carácter didáctico, busca mostrar al visitante la faceta más cotidiana del periodo bélico.

 

Más de medio centenar de recreadores de diversas ciudades españolas y también de otros países han participado en esta iniciativa que ha comenzado a las 10 de la mañana y continúa hasta las 21 horas y ha recibido la visita de numerosos visitantes, entre ellos, autoridades como la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, la subdelegada en Huesca, Silvia Salazar, el subdelegado de Defensa, Rafael Matilla, el presidente de la Comarca de Los Monegros, Armando Sanjuan, que junto a la alcaldesa de Robres, Olga Brosed, han visitado el campamento y la exposición sobre material del bando sublevado abierta en el Centro de Interpretación de la Guerra Civil en Aragón durante toda la mañana.

 

La jornada se completa con otras actividades paralelas como un concurso fotográfico y un mercadillo, así como unas maniobras en el exterior programadas para esta tarde a las 19 horas. Brosed ha dicho que “es un lujo para la localidad esta iniciativa que reúne a recreadores de diferentes países. Nos da visibilidad y dinamiza el pueblo”. Además, ha destacado la importancia de contar en Robres con un Centro de Interpretación de la Guerra Civil, pionero en Aragón desde su apertura en 2006 que, como la Ruta Orwell, se pueden visitar durante todo el año. El objetivo es dinamizar el medio rural, al tiempo que se contribuye a divulgar un periodo de la historia crucial para el territorio.

El formato elegido este año se aleja de los combates y simula lo que habría sido la vida cotidiana de un pequeño campamento militar de etapa republicano en el verano de 1936. De este modo, se ha mostrado a civiles, milicianos, militares de carrera, enfermería, puesto de mando, sección de intendencia, escuela, así como una improvisada cantina o un campo de maniobras donde los veteranos instruyen a los soldados. Numerosas personas se han acercado hasta el campamento para adentrarse en este periodo de la historia recreado en el solar de la calle Dicenta, nº 7 de Robres, convertido durante todo este sábado en una ventana a la que asomarse e imaginar aquella época, charlar con los recreadores o participar en las diferentes actividades programadas.

“La recreación histórica es una actividad cultural que fomenta el conocimiento y divulga aspectos generales de un periodo histórico concreto. Se trata de una apuesta por dinámicas innovadoras en la

divulgación histórica. Este tipo de eventos relacionados con la guerra civil busca poner sobre la mesa y hablar de un pasado que muchas veces ha sido reprimido y visto como tabú”, ha explicado el historiador Pablo Gracia, quien también ha participado en la recreación junto a una parte de los doce alumnos matriculados en el curso de la UZ, un objetivo cumplido que también se habían marcado, puesto que “el curso ha sido la parte teórica y la recreación, opcional para el alumnado, supone la parte práctica para aplicar lo aprendido”.

 

En definitiva, “la idea de la Public History es sacar a la calle la historia de los libros polvorientos y hacer que la gente participe. No hace falta enfundarse un uniforme y pasar calor como nosotros, los recreacionistas, puede que la gente prefiera verlo desde una sombra, pero sí que puede hacer algo que no se puede en un museo que es preguntar a los recreadores todas sus dudas y curiosidades y es así como se aprende más y de una forma más dinámica”, ha señalado Pablo Gracia, quien además pertenece al grupo de recreación histórica “El Comité” de Zaragoza que colabora en esta iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de Robres, con la colaboración, asimismo, de la Comarca de Los Monegros.

 

 

 

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