Este año el lema de la campaña de Navidad que Cáritas lanza es: “Esta Navidad cada portal importa”. El delegado de Cáritas Barbastro Monzón, Roberto Ramón; y la directora de la entidad, Amparo Tierz, dierona conocer las cifras del trabajo de esta entidad y al comenzar explicaron: «Hace más de 2000 años, en el portal de Belén nació Jesús. Afortunadamente, con la ayuda de quienes les visitaron, José, María y Jesús pudieron salir adelante. Hoy, esta historia se repite, cerca de nosotros. En nuestro mismo bloque de edificios, en nuestro mismo portal o quizá, a la vuelta de la esquina. Porque hay tantas vidas como portales. Y en muchos de ellos se necesita ayuda urgentemente».
Tras la pandemia acontecida como consecuencia de la covid 19, en Cáritas se han detectado nuevas necesidades en materia de empleo, brecha digital, necesidad de apoyo emocional y concesión de ayudas de urgencia, configurándose todas ellas como detonantes del impacto de esta profunda crisis que se va instalando en nuestras calles.
Otros bienes de primera necesidad también se ven comprometidos (alimentación, salud, vestido o transporte) «mientras que en este tiempo de Navidad, las cifras de consumo se disparan en una sociedad digitalizada que excluye a quienes no disponen de conexión suficiente o de un dispositivo conectado a la red, y de habilidades para manejarse en estas nuevas autopistas, lo que supone una pérdida de oportunidades para acceder al empleo, la educación, las ayudas públicas o las propias relaciones sociales», explicaron.
Desde Cáritas Diocesana Barbastro Monzón, dentro del programa de Acogida y durante el
presente año, se ha atendido a un perfil de población donde predominan cada vez más, personas que nunca antes habían acudido a nuestra entidad y familias
monoparentales, con una edad media de entre los 35 y 45 años, dando cobertura a 1.600
personas aproximadamente con la concesión de 5.516 ayudas a fecha de 15 de diciiembre.
Existen muchos otros casos que se encuentran a la espera de ayudas de entidades públicas
(retrasos del INGRESO MINIMO VITAL) y otros fuera de ellas, que no pueden optar a las
mismas, siendo nuestra entidad quien cubre esas lagunas junto con los Servicios Sociales
comarcales de cada zona.
También hay un alto número de personas latinoamericanas que presentan dificultades
económicas y que se encuentran en situación irregular (30%) o asilo (20%).
Finalmente, debemos hacer mención a la brecha digital, donde este perfil de personas atendidas presentan una inaccesibilidad tecnológica que les impide realizar cualquier tipo de gestión telemática y precisan de nuestro apoyo.
La crisis sanitaria también ha supuesto un grave problema de salud pública y una gran alteración para la vida de las personas, particularmente, en las más vulnerables. Los colectivos en riesgo o exclusión social, como se ha demostrado en otras crisis, tienen mayor incidencia de desarrollar diferentes trastornos mentales o patologías de algún tipo, por ello desde nuestra entidad, se detectó la necesidad de poner en marcha un servicio de apoyo emocional.
Esta actuación se basa en la atención de casos tanto a nivel individual como grupal, orientado a personas y familias en riesgo de exclusión social. También tiene un carácter preventivo para la detección precoz de factores de riesgo y prevención de situaciones de desprotección y de exclusión social que afectan a este perfil de población.
Se han realizado un total de 152 atenciones en este año.
Nuestro esfuerzo y dedicación, también ha estado centrado en los más pequeños, ya que la
pandemia y las restricciones han sido muy duras para ellos, principalmente en los hogares más vulnerables.
La atención en nuestro programa de infancia y juventud ha ascendido a un total de 245 menores a través de actividades para paliar la brecha digital y reforzar su educación curricular.
En el programa de empleo se han atendido a un total de 444 personas en itinerarios personalizados de acompañamiento (tutorías individualizadas, sesiones grupales de elaboración de CV, búsqueda activa de empleo, etc.) orientación, prospección y formación ocupacional. El perfil que predomina son mujeres (70%) de entre 35 y 45 años, con
cargas familiares, frente a un 30% de hombres, ambos con baja cualificación profesional. El porcentaje de personas insertadas ha sido de un 32,65%.
Este acompañamiento a tantas personas de nuestra diócesis, no sería posible sin los recursos necesarios para llevarlo a cabo, por ello os invitamos a participar activamente en la campaña que hoy presentamos, vuestra aportación, bien en cualquiera de los actos solidarios que estos días se ponen en marcha, a través de las cuentas bancarias de Cáritas Diocesana o bien en las colectas del día de Navidad en todas las parroquias de nuestro territorio, servirá para que muchas de ellas en riesgo de exclusión y que quizá vivan al lado de nuestro portal…, tengan
una vida mejor.
Te invitamos a vivir estas semanas de Adviento que nos acercan a la Navidad con conciencia de pueblo, de vecindad y familia, con mirada cercana y sensible.