Por Ana Pascual
Pese a su juventud, Carmela se defiende en un sector tan “masculinizado” como es el del arbitraje. Este año fue nombrada como madrina de la tercera edición de la carrera solidaria de Sariñena pero en su carrera profesional cuenta con grandes fechas como las del arbitraje en un partido amistoso internacional.

– Eres pionera en el arbitraje femenino aragonés, cuéntanos como comenzó tu relación con este deporte….
– Fue en 2008, gracias a un robrerense, Antonio Herrera, que nos animó a varias chicas deportistas a probar en el mundo del arbitraje. Lo cierto es que hasta que él no nos habló de este mundo y de que podía ser divertido, ni jugando ni viendo fútbol me había planteado poder disfrutar de este deporte desde esta perspectiva. Cuando empiezas básicamente sólo piensas en aprender y mejorar tus errores mientras disfrutas de lo que estás haciendo; luego sigues aprendiendo, mejorando y disfrutando, pero desde una perspectiva más seria y profesional.

– ¿Es difícil ser mujer en este mundo?
– No creo que se pueda generalizar. Vivimos en una sociedad a la que todavía le queda mucho por mejorar y avanzar en estos aspectos y en muchos otros. Sí que creo que a veces ser mujer puede ser más difícil o más complicado, pero por suerte se sigue mejorando en estos aspectos, aunque sea poquito a poco.

– ¿Hay alguna anécdota divertida que te haya pasado en este sector tan ‘masculinizado’? Cuéntanosla…
– Prácticamente cada partido… aunque por desgracia no suelen ser graciosas y por suerte no siempre son en este sentido. Aunque en muchos casos escuchas comentarios machistas, y no hacen ninguna gracia, también hay que saber gestionar las emociones y obviarlos, o reírse de ellos. Por ejemplo, en uno de mis primeros partidos, el balón salió del campo oblicuamente por mi banda y hacia mí con la suerte de que me golpea fuertemente el banderín y éste último se desprendió “volando” unos metros, dándome tiempo a recuperarlo en el aire. El elenco de comentarios de la grada fue desde: “al menos no tiene miedo del balón” a “si fuera hombre ya se hubiera apartado o hubiera olvidado hacia qué lado estaba marcando!”.

– Pese a ser tan joven ya tienes una gran experiencia, ¿cómo viviste, por ejemplo, el partido amistoso internacional?
– Fue una gran sorpresa y una gran alegría. Fue una suerte que me tomo en parte como recompensa o premio al esfuerzo y trabajo realizado estos años, que viví con gran ilusión y alegría. Pocas veces se tiene la suerte de arbitrar a selecciones absolutas y menos con uno de los mejores árbitros de hoy en día (Carlos del Cerro Grande), al cual admiro y del que pude aprender mucho en poco tiempo.

– En Julio de 2015 fuiste invitada a participar en las jornadas arbitrales de Santander para un proyecto de arbitraje femenino, ¿cuáles fueron los temas más destacados?
– Aunque son jornadas muy transversales, se comentaron las modificaciones o nuevos aspectos a considerar en la temporada 15/16 además de analizar fallos captados durante la temporada, exámenes de reglamento y trabajo específico en el mítico estadio El Sardinero. La verdad es que fueron jornadas muy provechosas en las que pude aprender y disfrutar mucho.

– ¿Qué sentiste al ser nombrada madrina de la carrera solidaria de Sariñena?
– Fue una gran sorpresa. Estas iniciativas me parecen muy positivas y enriquecedoras, pero no pude sentirme más contenta y orgullosa por el hecho de que pensaran en mí, como deportista y monegrina, para amadrinar la carrera este año.

– Ahora trabajas como árbitro asistente especifico en tercera división, ¿es sacrificado? ¿te queda mucho tiempo para dedicárselo a la familia y amigos?
– A estos niveles sí es necesario realizar ciertos sacrificios o esfuerzos continuos como estudiar reglamento, entrenar para las pruebas físicas y para estar en forma durante la temporada. Esto por supuesto requiere tiempo (que invertimos con gusto), pero si consigues organizarte bien y esforzarte en el tiempo que puedes invertir a cada actividad, por supuesto que te queda tiempo para la familia, los amigos, los estudios… ¡e incluso para algunas cosas más!. Para mi es clave planificar bien a principio de curso y de temporada qué quiero hacer, de cuánto tiempo dispongo para cada cosa, priorizar y luego… apretar horarios y exprimir las horas. En general, organizándote bien, es sorprendente a la cantidad de cosas a las que se puede llegar.

– ¿Te gustaría acabar como árbitro en la liga profesional de fútbol? ¿Crees que las mujeres tienen verdaderas oportunidades de acceder a ella?
– Creo que es realmente difícil. Hay que ser realmente bueno, estar muy bien preparado y tener suficiente tiempo como para dedicarlo a esto. En cuanto a posibilidades para acceder a ella, creo que el mayor factor limitante para las mujeres es el aspecto físico: los árbitros son prácticamente atletas, y por mucho que una mujer entrene, tengas capacidades y se esfuerce, alcanzar esos niveles es realmente costoso.

– ¿Cuáles son tus próximos planes de futuro?
– En el mundo de arbitraje quiero seguir disfrutando y aprendiendo como he hecho hasta ahora, ojalá durante muchos años. Desde luego que llegar a conseguir la internacionalidad “de continuo” sería un sueño que antes podía considerar inalcanzable, y que ahora, con trabajo y esfuerzo, puede que esté bastante más cerca. Si en algún momento llega, será estupendo, y si no, creo que retos personales no me faltarán.

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