La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes es un conjunto pictórico y arquitectónico muy relevante, tanto como monasterio lugar de culto y de creación de cultura, que como patrimonio histórico que después de muchos años de reivindicación y gracias a la Diputación Provincial de Huesca, está siendo valorado, restaurado y aprovechado como motor económico.
La Diputación Provincial de Huesca inicia una nueva temporada de visitas guiadas al conjunto de La Cartuja de las Fuentes durante los fines de semana que se prolongará hasta finales de año. Mientras continúan las obras de rehabilitación y para dar a conocer este monumento como referencia obligada en la historia aragonesa y de Los Monegros, estará abierto al público más de 100 días a lo largo de este año cuya principal cita desde hoy tendrá lugar tanto los sábados como los domingos, en horario de 11 a 14 horas.
La encargada de mostrar la Cartuja es la empresa de Lourdes Biarge, Sueña Monegros, donde sus integrantes, todos ellos monegrinos, explican con todo detalle cada rincón de la Cartuja, “es todo un referente obligado en la historia de los Monegros y de Aragón”, afirma Biarge.
El equipo de Sueña Monegros está formado por una guía turística diplomada, Elisa Zamora, por el joven historiador, Carlos Rodríguez y por el investigador del patrimonio artístico, cultural y natural de los Monegros, Alberto Lasheras. “Es nuestro deseo que resulte fascinante dejarse llevar por las explicaciones de los guías, porque queremos ser los verdaderos anfitriones del monasterio, para adentrar a los visitantes en la magia de esta cartuja, que sin duda ayuda a conocer mejor la realidad de este territorio”. Para ello, los guías de Sueña Monegros investigan y estudian todo lo relacionado con el conjunto de La Cartuja, “y cada día hemos descubierto nuevas historias, nuevos datos y cada día, durante los pasados seis meses que hemos gestionado como guías a La Cartuja, nos hemos impresionado porque este conjunto tiene vida propia, y lo que todavía nos queda por aprender y por enseñar”, manifiestan explicando como La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes tuvo el privilegio de contar con el artista, Fray Manuel Bayeu Subías, que pintó todo el monasterio, “y que dejó su autorretrato escondido en una oscura capilla, pareciendo una muestra de soberbia, impensable en un cartujo, pero seguramente, estaba satisfecho de su obra y quiso dejar constancia de ello”. Además, dice Lasheras, “hay visitantes que nos aportan interesantes datos, como un señor que ha estado esta mañana y trabajo con Auxini en la construcción del IV tramo del Canal de los Monegros, del que ha explicado que lo más alto de la torre de la Cartuja era un punto gedésico junto con la torre de Pallaruelo y el Sabinar, lo que servía para establecer las coordenadas del tramo del Canal”.
Asimismo, la escultura de Carlos Salas, relacionado con El Pilar de Zaragoza, los mecenas o benefactores que hicieron posible este monasterio o su utilización como balneario tras la desamortización y su arquitectura encuadrada en un estilo tardo-barroco con tendencia clasicista, bajo la influencia de Ventura Rodríguez, “sin olvidar a la familia Bastarás de Lanaja, que desde 1896 y durante los últimos 120 años se ha encargado de mantenerla, en las mejores condiciones posibles, hasta su paso a titularidad pública por parte de la Diputación Provincial de Huesca, todo este excelente patrimonio es el Centro neurálgico de nuestras Rutas en nuestra empresa”, señala Biarge que destaca como los empresarios monegrinos están colaborando con la promoción de la Cartuja, “hostelería, panaderías, pastelerías y muchas empresas de la zona van a elaborar menús, postres y productos relacionados con la Cartuja”.
DINÁMICA Y DESARROLLO DE LAS VISITAS
Después de la primera toma de contacto con los visitantes, llevado a cabo por Lourdes Biarge, responsable y propietaria de la empresa Sueña Monegros, Lasheras expone como realizan el recorrido, “Biarge es la encargada de recibir en la Portería y de explicar la forma en la que Sueña Monegros va a ofrecerles la visita, presentando a la primera persona del equipo que les va a acompañar, en este caso soy yo”, dice el investigador y estudioso de los Monegros, que conoce y narra historias y anécdotas relacionadas con el monasterio y su entorno.
Después de comentar el aspecto y el sentido del muro que rodea el recinto, se explica que van a visitar un monasterio del siglo XVIII, cuyo estilo constructivo se encuadra en el “barroco tardío moderado de tendencia clasicista, en un periodo de transición hacia el estilo del neoclasicismo. La entrada se efectúa por el patio caminando, a modo de paseo relajado y con paradas, explicando las edificaciones que vamos viendo, las características de las construcciones cartujanas de nueva planta, contando los factores y los hechos que hicieron posible la primera fundación cartujana, en 1507, en tierras de Aragón. “Explicamos como la Fuente hizo posible, en las condiciones de escasez de agua del entorno, que llegará a exisitir una posada para descansar y repostar, además la aparición de una talla románica de La Virgen María junto a la fuente, que a partir de entonces se llamará “Fuente del Milagro”.
También relatan con toda clase de datos el frecuente paso por este lugar de Artal de Alagón y miembros de su familia, “se detalla el fallecimiento de Artal en 1503, cuando sus padres cumplen su voluntad de ser sepultado en la Ermita de Nuestra Señora de Las Fuentes”, indica Lasheras que continua explicando, “Blasco de Alagón y Beatriz de Luna, padres de Artal, fundan la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes en 1507, para dignificar el sepulcro de su heredero”.
Asimismo, van narrando los sucesos que van desde el siglo XVI al XVIII, los diferentes mecenas y avatares que se van sucediendo, el monasterio que fue del siglo XVI, el del XVII, y la llegada de importantes mecenas, como los Hermanos Comenge, “destcando a los hermanos Bayeu, sus actividades y sus trabajos pictóricos en Aula Dei en 1755. Este contacto con los cartujos hará que cinco años después Manuel Bayeu Subías ingrese como probante de donado en la Cartuja de Las Fuentes. Llegará como pintor y acometerá la decoración pictórica, llenando de contenido los techos y muros de todo un monasterio”.
Al llegar ante la fachada de la iglesia, es donde se desarrolla y explica su estilo y su ornamentación para pasar al atrio. A los pies de la iglesia, en el espacio denominado “Coro de Hermanos” le muestra a los visitantes unas imágenes, dibujos y esquemas que visualizan explicaciones anteriores. También se revelan las partes de la iglesia: Coro de Padres, Tribuna, Crucero, cabecera del templo, camarín de la Virgen y Capilla del Sagrario. La zona del claustrillo no se podrá visitar porque se encuentra en este punto las obras de la segunda fase cuya previsión es que puedan estar finalizadas en un mes. Además, en los próximos días se adjudicará la tercera fase, “por lo que les mostramos fotografías y explicamos detalladamente todo lo que se puede apreciar en esa zona”, añade Biarge.
Durante este tiempo se puede reajustar el recorrido de las visitas, incluso los días de apertura, atendiendo a la situación de obras de rehabilitación y recuperación del conjunto arquitectónico. A lo largo de la pasada temporada, se contabilizaron 1.609 personas desde el mes de julio y hasta diciembre. En este tiempo La Cartuja estuvo abierta más de 50 días con una media de 67 visitantes a la semana, procedentes de hasta 32 provincias españolas diferentes. Por comunidades, destacan los que llegaron de Aragón y de la vecina Cataluña. Aunque el grueso (más del 95%) fueron de nacionalidad española, también hubo turistas extranjeros procedentes de 14 países, mayoritariamente europeos y en el resto de los casos llegados de continentes como América, Asia o África.
