Por Ana Pascual

Guillermo Delmás lleva más de cinco años en Londres por lo que conoce de primera mano las sensaciones que se han ido produciendo sobre el Brexit en los últimos tiempos. Como anécdota de la posibles tensiones nos cuenta que «una compañera de trabajo, que estaba yendo en el autobús a trabajar en el momento del fin del recuento del referéndum, me dijo que un británico empezó a gritar en el autobús que los extranjeros tenían que empezar a marcharse del país, pero ha sido un hecho aislado». Por otra parte, este montisonense nos aconseja algunos lugares imprescindibles  y maravillosos que hay que visitar en Londres, una ciudad que no le hace olvidar ni a Monzón ni sus fiestas de San Mateo.

– ¿Cuánto tiempo llevas en Londres? ¿Por qué decidiste marcharte allí?
– Pues llevo ya más de cinco años aquí, más del tiempo que pensaba que me iba a pasar cuando me marché. Decidí venirme a la aventura londinense porque estaba trabajando en una caja de ahorros en 2010, cuando la crisis bancaria comenzó y las fusiones bancarias empezaron a sucederse en masa porque debían de cumplir con los nuevos requisitos que impuso el Gobierno y, al tener contrato temporal, mi despido les costaba gratis, ya que necesitaban reducir mucha plantilla. Otro de los motivos fue el querer mejorar el inglés in situ, además de que siempre quise haber tenido la experiencia de haberme pegado un tiempo viviendo en el extranjero. Además, vi venir la crisis y suponía que en tres o cuatro años las cosas se recuperarían, así que pensé que era el momento de hacerlo. Decidí escoger Londres porque es un mercado muy grande, donde hay muchas oportunidades además de competencia, y porque era el principal centro económico europeo y encima el idioma que se habla es el inglés.

– ¿A qué te dedicas?
– Tras haber trabajado en diferentes y variados puestos de trabajo, ahora mismo llevo ya casi dos años trabajando en una empresa de comida llamada Pret A Manger, en la que desempeño una posición que consiste en dar apoyo a todas las tiendas de la zona cuando sufren alguna eventualidad, especialmente relacionada con problemas de plantilla.

– ¿Cómo has vivido el referéndum sobre el Brexit?
– Recuerdo que durante las últimas semanas, a pesar de ver el resultado final muy igualado, pensaba que el Brexit ganaría por una diferencia muy parecida a la que finalmente ocurrió, pero a pocos días de la votación se fueron dando una serie de eventos que parecía que iba a darse lo contrario, como una pequeña desbandada en el bando Brexiteer o el asesinato de la parlamentaria Remainer Jo Cox, aunque, estaba tan igualado todo, que podía salir cualquier cosa. Me quedé toda la noche pegado a la televisión viendo cómo iba avanzando el escrutinio del referéndum. Aquí los centros de voto se cerraban a las diez de la noche, más tarde de lo que se produce en España para estos eventos, y, por lo tanto, el recuento de votos iba a ser más tardío. No sé cómo hicieron el escrutinio, pero los datos finales salieron a las cinco de la mañana, por lo que me fui a trabajar sin haber dormido. Una compañera de trabajo, que estaba yendo en el autobús a trabajar sobre esa hora, me dijo que un británico empezó a gritar en el autobús que los extranjeros tenían que empezar a marcharse del país. Hay que decir que ha sido la única situación de este tipo que alguien de mi entorno ha vivido desde que se produjo la votación. Recuerdo que ese día había un ambiente muy raro en la calle y en el trabajo, donde casi todo el personal estaba muy preocupado ya que casi todos son no británicos. Londres votó mayoritariamente por mantenerse en la Unión Europea y, de todos los británicos que conozco personalmente, sólo uno estaba a favor del Brexit.

– ¿Crees que puede tener repercusiones en tu estancia allí? ¿Crees que habrá marcha atrás pese a la decisión de los ingleses?
– Si el Reino Unido abandona la Unión Europea por supuesto que tendrá consecuencias para mí. Necesitaría una visa de residencia y laboral para poder continuar aquí, además de que me cerraría todo el amplio espectro de oportunidades que Londres o el Reino Unido puedieran ofrecerme. Además, el país entraría en una severa crisis que no sólo me afectaría a mí, sino a todos los residentes en el país. No tengo nada claro lo que va a ocurrir, ya que se han dado muchas circunstancias tras el referéndum, aunque todo apunta a que sí que aplicarán el Artículo 50 del Tratado de la UE. Al ser un referéndum no vinculante se supone que la diferencia en los votos debería ser más amplia y no tomar una decisión tan importante tan a la torera. En pocos días se recogió el número de firmas para que el Parlamento lo considerara y en las que se constataba que la victoria debería ser por más del 60% y la participación superior al 75%. Además, las dos cabezas más visibles de la campaña por el OUT, como Boris Johnson y Nigel Farage dimitieron a los pocos días, lo que pareció debilitar al bando anti europeo. Pero tras haber sido investida como primera ministra Teresa May, una convencidísima Brexiteer, parece que las cosas indican a que no se va a dar marcha atrás. Supongo que saldremos de dudas a finales de este año y veremos si al final dan marcha atrás o no.

– ¿Podrías contarnos algunas de las ventajas y desventajas de vivir en Reino Unido?
– Las ventajas que me puede ofrecer el Reino Unido son similares a las que pueda tener en España, ya que ambos países pertenecen a la Unión Europea y hay acuerdos bilaterales entre ambos países debido a ello. A grosso modo, el Reino Unido ofrece mejores servicios de Internet y telefonía móvil, unas condiciones muy ventajosas para los autónomos y una red de ferrocarriles extensísima y, por contra, el servicio médico es peor que en España. Voy a centrarme en Londres, que es donde he vivido todo este tiempo. Londres tiene muchas ventajas, desde ser una ciudad totalmente dinámica llena de oportunidades de cualquier tipo a otras ventajas secundarias como las comunicaciones aéreas con el resto del mundo, ya que tiene cinco aeropuertos, una amplísima y variada oferta lúdica, cultural y gastronómica, y que al ser una megaurbe ofrece servicios de todo tipo. Desventajas: también muchas. Es una ciudad extremadamente cara y el transporte público no es el mejor a pesar del elevado precio que tiene, el tráfico es terrorífico lo que, unido a las distancias ya que es una ciudad amplísima territorialmente, hace que tardes horas en llegar a tu destino.

Guillermo Delmás

– Supongo que has recibido algunas visitas de amigos y familias a lo largo de todo este tiempo, ¿cuáles son los sitios que consideras imprescindibles visitar en Londres?
– Claro que he recibido visitas, aunque algunas de ellas ya habían estado anteriormente en Londres. Londres es muy grande y a veces aún descubro cosas nuevas, por lo que no se puede ver entero en un fin de semana, aunque se puede comenzar por lo típico: el Big Ben, Buckingham Palace, la Catedral de San Pablo y el Puente de la Torre (Tower Bridge). Aparte de ello se pueden hacer rutas diversas de las que voy a dar alguna pista. Tienes museos gratuitos como el British Museum, la National Gallery o el Museo de Historia Natural, entre otros, aunque mi favorito es el Museo Imperial de la Guerra. Si eres un fanático del fútbol tienes muchos estadios de equipos importantes, además de estar jugando cinco o seis equipos por año en la Premier League. Si te gustan los edificios altos y modernos puedes visitar Canary Wharf y Bank o subirte al Shard, el edificio más alto de la Unión Europea. Tienes una gran cantidad de parques y zonas verdes, de los que destaco Hyde Park, Regents Park y Greenwich. Si te gusta el teatro, tienes muchos teatros en Holborn y el West End, además de The Globe, el teatro donde Shakespeare hacía sus obras y que aún se conserva activo. Y finalmente tienes lo que yo denomino el Tour de la Recopa para aquellos nostálgicos del gol de Nayim, visitando los estadios del Chelsea y del Arsenal, y el Tour de Harry Potter, ya que hay muchas localizaciones a lo largo de la ciudad. Turismo a gusto del consumidor, vamos.

– ¿Tienes perspectivas de volver?
– Siempre he tenido perspectivas de volver algún día, ya que la tierra tira mucho, a pesar de estar totalmente asentado en la ciudad, aunque nunca descarté nada. Quizá el Brexit puede precipitar las cosas, ya que me cortaría mucho las alas, especialmente en el plano laboral, unido a una sensación de no sentirme bienvenido de la misma manera que lo estaba antes del referéndum, aunque la situación en España no difiere mucho de cuando me vine, lo que fue uno de los motivos de tomar la decisión de hacer esta aventura.

– ¿Qué es lo que más echas de menos de Monzón?
– En Monzón vive gran parte de mi gente, que es lo que más se echa de menos. El ir por la calle y conocer a gran parte de las caras es algo que aquí no se puede dar, ya es complicado de por sí encontrarte aleatoriamente con alguien que conozcas por la calle. Aparte de ello, el clima que hace, menos el de invierno, que en Londres es mucho más suave y llevadero, ya que aquí si no llueve hace viento o se da todo a la vez. Es raro tener más de dos días buenos seguidos. Y, por supuesto, las fiestas de San Mateo, que aquí no hay nada que ni se le acerque, ni siquiera el Carnaval de Notting Hill.

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