David y Nuria fueron los primeros usuarios del programa Pueblos Vivos que forma parte el Centro de Desarrollo del Somontano (CEDER) . Desde hace ocho años residen en el municipio de Salas Altas donde encontraron un nuevo futuro alejado de su tierra natal, Murcia.
La anterior alcaldesa, la fallecida Inma Subías, fue la encargada de enseñarles el pueblo “y nos ofreció todas las facilidades posibles para establecernos aquí junto a nuestros cuatro hijos,”, explica Nuria. Su primer domicilio fue un piso de alquiler social en el que estuvieron unos tres meses para después pasar a otra casa más amplia que se adecuaba más a su situación familiar con siete habitaciones y en la que todavía residen. “Desde el primer momento nos sentimos súper acogidos y apoyados por el resto de vecinos y vecinas. De Salas Altas ya no nos mueven”.
David, que sufre una enfermedad degenerativa de la vista, está trabajando para la ONCE en Barbastro mientras que Nuria es camarera en un conocido restaurante de Monzón. Los niños, un total de cinco, ya tienen siete, ocho, once, catorce y diecisiete años; “ya están hechos al pueblo y su entorno en el que viven en libertad y tranquilidad, toda una ventaja para familias como la nuestra. Además contamos con la ayuda de algunas vecinas para poder conciliar vida y trabajo”.
La falta de vivienda asequible también afecta a municipios pequeños como el de Salas Altas ya que “los precios son altísimos y no están al alcance de todos”, explica Nuria. “Recientemente una familia ha venido de fuera para establecerse y ha podido comprar una casa pero costoso seguimos de alquiler social y el par piso con el que cuenta la localidad también está alquilado y ya no hay más opciones por le momento”. En este sentido, cabe destacar que muchos alcaldes y alcaldesas de la zona llevan reclamando desde hace tiempo más subvenciones para poder adquirir antiguas viviendas y rehabilitarlas y establecer así más población y poder asegurar así la continuidad de los pueblos en las zonas rurales.
Aunque las ventajas de vivir en un pueblo como Salas Altas son muchas, Nuria también comenta que seria necesario disponer, por ejemplo, de más actividades extraescolares para los más pequeños (ahora solo tienen un taller de cocina) como patinaje o idiomas además de poder contar una mayor frecuencia de transporte público que permita a los jóvenes y mayores poder desplazarse a Barbastro durante la semana”.
[…] ganasdevivir.es 11.03.2025 […]