Las iglesias de la Diócesis se preparan para celebrar el Corpus con aforos del 75%

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El próximo domingo la Iglesia celebra la fiesta litúrgica del Corpus Christi, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, que en esta ocasión, dadas las restricciones impuestas, no contará con las tradicionales procesiones exteriores en las que habitualmente participan los niños y niñas de Primera Comunión. Mientras los sacerdotes, catequistas y familias fijan nuevas fechas para esas primeras comuniones en nuestras parroquias, las iglesias de la Diócesis de Barbastro-Monzón se preparan para acoger la celebración del Corpus, adaptándose al nuevo escenario.

El obispo de la diócesis, Mons. Ángel Pérez, presidirá este año la solemne eucaristía del Corpus en la S.I. Catedral de Barbastro – el año pasado lo hizo en Monzón-, a las 12 horas. Tras la misa, la cofradía del Santísimo Sacramento, Minerva, procesionará por el interior del templo con el palio de cuatro varas que cubrirá la custodia portada por el obispo. Los presidentes de las cofradías de Semana Santa cerrarán el cortejo que recorrerá la nave lateral izquierda, desde el presbiterio, para enfilar por el pasillo central hasta el altar. Mañana miércoles, como es preceptivo, la Minerva procederá al relevo de su prior, cargo rotativo que hasta hoy ostenta Pablo Bravo y, a partir de mañana, Enrique Albert.

Normas para la Fase III

El Obispado de Barbastro-Monzón se ha dirigido a sus sacerdotes para actualizar la información relativa las medidas que entraron en vigor ayer, 8 de junio, con motivo del pase de la Fase II a la Fase III de la desescalada en Aragón. Las principales novedades afectan a los aforos, que en las celebraciones dentro de las iglesias se amplían del 50 al 75 por ciento, manteniendo siempre la distancia de seguridad mínima de 1 metro. Además, el aforo máximo deberá publicarse en un lugar visible del espacio destinado al culto. Los velatorios pueden hacerse con un máximo de 50 personas en espacios abiertos y 25 personas en espacios cerrados y las comitivas fúnebres hasta el cementerio o hasta el crematorio aumentan la participación hasta un máximo de 50 personas. Así mismo, la celebración de las bodas puede hacerse con un aforo de hasta el 75 por ciento y un máximo de 75 personas.

Por lo demás, recuerda la nota, siguen vigentes las mismas normas generales en cuanto a higiene y seguridad. El uso de mascarilla debe ser generalizado, las pilas de agua bendita continuarán vacías, las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y a la salida de las celebraciones, y se ofrecerá gel hidroalcohólico, o algún desinfectante similar, a la entrada y salida del templo. Se evitará la intervención del coro parroquial, no habrá hoja de cantos, ni se distribuirán pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel, y el cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que se colocará en una mesa a la salida.

El cáliz, la patena y los copones estarán cubiertos con la “palia”, el sacerdote celebrante desinfectará sus manos antes de empezar la misa y también antes de empezar la Plegaria Eucarística y antes de distribuir la Comunión, que los fieles recibirán en la mano. El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de haber recitado todos juntos “Señor no soy digno…” y se distribuirá la Comunión en silencio. El saludo de la paz se sustituirá por un gesto que evite el contacto directo.

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