Los integrantes del colectivo de los Caminantes de Alpargata despidieron el verano el pasado martes con una animada cena de hermandad a la que acudieron comensales procedentes de Graus y Barbastro. Fue una magnífica y entrañable velada en la que los asistentes también se despidieron del padre Jaime, miembro del grupo, que tras ejercer labores pastorales en la parroquia de Graus retorna a su tierra colombiana.
En la cena estuvieron catorce comensales. Tres de ellos subieron andando desde Graus a Ejep, o Ixep, unos 8 kilómetros, con una parada en Torrobato y visita a esta localidad en compañía de varios de los que subieron en coche. La cena -«espléndida», al decir de los comensales- se prolongó con una muy agradable sobremesa en la que fue una muestra de amistad, camaradería y buen rollo en un lugar acogedor y con magníficas vistas.