Por Ana Pascual
Lydia comenzó con el blog ‘Padres en pañales’ por una baja maternal que le obligaba a estar en casa, una iniciativa en la que también está implicado el montisonenese Alberto López. Ambos se enfrentan diariamente a los retos de criar dos hijos aún así no se consideran expertos en el tema ya que “cada niño y situación es diferente”. Sobre sus viajes a Monzón destaca las grandes valoraciones que sus habitantes tienen y realizan de su historia, sus tradiciones y, por supuesto, de sus fiestas.
– ¿Cómo surgió el tema de crear el blog de Padres en pañales?
– Durante mi primer embarazo, me mandaron reposo y no sabía que hacer para mantenerme quieta, así que aproveché para poner en marcha un blog sobre un viaje que habíamos hecho (Deviajeatailandia.es). Me gustó la experiencia de preparar los textos, imágenes, compartir nuestras vivencias…, y como no paraba de leer otros blogs sobre embarazo, bebés, etc… nos animamos a crear padres en pañales. Y digo “nos”, porque mi pareja que se dedica a “cosas de Internet” como digo yo, me ayudó con la parte técnica.
– ¿Cuáles son las preguntas más frecuentes?
– Dudas sobre molestias en el embarazo, sobre que carrito comprarle al bebé (que es un gasto importante), dudas sobre alimentación… Es bastante variado la verdad.
– Tienes dos hijos, ¿te consideras una experta en el tema?
– Que va, he sido primeriza dos veces, nunca es igual la experiencia de tener hijos, te da ciertas nociones pero nada 100% útil, cada niño y situación es diferente.
– ¿Qué consejos principales le darías a unos padres que vayan tener el primer hij@?
– Que se informen, que se informen mucho, que lean sobre el embarazo, lactancia, alimentación, cosas básicas pero de las cuales encontrarán mil opiniones, mil teorías, y han de buscar su camino, su manera de llevar la paternidad y la maternidad.
– Cuéntanos alguna anécdota divertida que os haya pasado relacionada con el tema crianza…
– Te cuento una anécdota que le pasó a mi pareja con mi hija mayor, en Monzón. Se fueron de paseo, y cuando llegaron al parque de la azucarera, mi hija dijo “que torre más altaaa”. En ese momento mi pareja tan feliz de que a su hija le gustase su ciudad y se asombrara viendo cosas nuevas, cogió el móvil para grabarla, y le preguntó que donde estaban y que veían. Momento en el cual mi hija saltó de alegría gritando “mira papá, ¡¡un palo!!”, cogiendo un palo del suelo. Me reí muchísimo viendo el vídeo y escuchando la historia.
– ¿Qué problemas se os presentan ahora con vuestros hijos?
– Problemas de momento nada grave, pero sí nos encontramos con decisiones que no creíamos que nos dieran tanto que hablar. Elegir colegio es el tema del momento, hace unos meses fue la temida “operación pañal” o decirle adiós al chupete. No son problemas, son retos, y de todo se aprende.
– ¿Qué opinas de la conciliación en los trabajos en España?
– ¿Concilia-qué? Justo tengo una amiga que le toca incorporarse en Abril y su hija no tiene ni cuatro meses. Eso no debería estar permitido. Hablamos de los derechos de las madres y los padres, ¿pero qué hay de los de los niños? Necesitan a sus figuras de apego cerca, necesitan ser alimentados durante seis meses por lactancia (materna o artificial)… ah claro pero hay guarderías o abuelos. Pues no es esa la solución. La solución es que puedan ser criados por sus padres, y conforme crezcan los padres puedan acompañarlos en días de enfermedad o ingresos hospitalarios.
– ¿Crees que los hombres se implican lo suficiente?
– El término “lo suficiente” depende de cada familia. Hoy en día se implican mucho más que en la generación de nuestros padres, pero es cierto que durante los primeros meses de vida no hay otra figura igual que la de la madre para un bebé (es mi opinión). Además ellos sufren por no poder estar más implicados porque su baja no les permite estarlo más, o porque los horarios laborales no permiten que estén más tiempo en familia, y eso les crea una situación de intranquilidad.
– Estas “casada” con un montisonense y sueles venir bastante por aquí, ¿que es lo que más te gusta?
– No sé que decirte sin que suene a pelotilleo. El castillo me gusta y sobre todo me encanta el valor que le dan a su imagen y a la historia de Monzón, es algo que hace en general toda la gente que conozco. Valoran mucho su historia, sus tradiciones y sus fiestas. Hasta el momento me he encontrado gente majísima, que me han abierto sus puertas y con los que he hecho mucha amistad.