Manifiesto para salvar la iglesia de Castarlenas

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Ante una representación de la vida política y social grausina, el presidente de la Asociación Ramiro I, Angel Aventín, ha lanzado un llamamiento público para urgir una actuación que preserve de la que parece su ruina inminente a la monumental iglesia del núcleo de Castarlenas. Aventín ha recordado a los presentes que este templo, «de notable valor artístico e histórico», se encuentra en la Lista Roja del Patrimonio de la prestigiosa entidad Hispania Nostra y ha alertado de su próxima entrada en la Lista Negra -la de aquellos monumentos abocados a la ruina definitiva- si no se actúa de inmediato en consolidar su estructura como paso necesario para una posterior rehabilitación. Así mismo, ha dado lectura al siguiente manifiesto ratificado por todos los asistentes:

Salvemos la iglesia de Castarlenas. Manifiesto para una actuación de rehabilitación integral en el templo de San Pedro.
La iglesia de Castarlenas ya no puede aguantar más sin una necesaria actuación de consolidación y de rehabilitación integral de este monumental conjunto que merece preservarse. Numerosas asociaciones, entidades cívicas y ciudadanos a título particular de toda Ribagorza apoyamos la necesidad de esta actuación ante el más que alarmante estado que presenta este edificio que se está arruinando a ojos vista sin que nadie mueva un dedo para evitarlo.
El colapso de la techumbre de la nave de la iglesia, el imparable deterioro que presenta la torre, el preocupante estado de su excelente portada finamente labrada y, en suma, la ruina inminente de todo el conjunto nos obliga a lanzar un llamamiento público para una intervención imprescindible y urgentísima que preserve este monumental conjunto.
La iglesia de San Pedro, construida a mediados del siglo XVI en un estilo de transición entre el gótico y el renacimiento aragonés, es un templo de notables dimensiones y muy buena factura arquitectónica que merece conservarse por su innegable valor artístico. Su airosa silueta dominando desde lo alto el curso del Valle del Sarrón es una estampa característica de la Baja Ribagorza y sólo por ello debe actuarse en su preservación.
Pero la antigua parroquial de San Pedro conserva otros elementos que hacen imprescindible su rehabilitación como su típica galería superior de arquillos de medio punto o, en su interior, las bóvedas de crucería de la cubierta y la diáfana estructura de la nave. Pero es, sobre todo, la portada de estilo plateresco la que singulariza esta construcción. De sobresaliente factura técnica, presenta un muy elaborado trabajo en piedra con la representación de variadas figuras y símbolos, entre los que puede apreciarse en el intradós de la clave del arco de entrada el de las llaves que simbolizan al titular del templo y abundantes motivos de “candelieri”, angelotes, máscaras relativas a la muerte y personajes desnudos que portan cuernos de la abundancia y cintas con frutos en las dovelas de la rosca, los riñones laterales y las jambas, que están enmarcados por sendas columnas corintias finamente labradas.
Estuvo protegida en su día por un pórtico ya desparecido lo que la expone a las inclemencias meteorológicas y acelera la erosión de sus materiales. Algo que, siendo grave, no deja de resultar anecdótico ante el peligro más inminente de que se desplome todo el frente de la pared que la sustenta y acabe destrozada por los cascotes.
No existen datos concluyentes sobre el autor de esta fachada en concreto aunque sí hay constancia de que en 1556 el escultor Joan Tellet realizó el pórtico de la iglesia de la Virgen de la Peña de Graus y que dejó allí su firma para atestiguarlo. En este mismo pórtico labró una puerta para la capilla de San Juan de Letrán que reproduce un modelo del III Libro de Arquitectura del tratadista Sebastián Serlio. Significativamente, las enseñanzas de Serlio aparecen aplicadas en otras fachadas como la de la iglesia de la Asunción de Lascuarre que, atribuida al picapedrero y tallista Jaques de Anduxes por ser vecino de la localidad en esos años, es obra contemporánea de la anterior y toma como modelo el Arco de Borsari de Verona que aparece también en el Libro III del arquitecto manierista italiano.
Pero el modelo se mantiene en la zona durante varias décadas y la iglesia de San Sebastián de Laguarres –muy parecida estilísticamente a las dos anteriores- se puede datar con relativa precisión en 1586, fecha que figura en su portada junto a la firma del maestro ejecutor Antón Orsín, natural o residente en Graus, a quien algunos autores atribuyen obras similares en otras iglesias de la baronía de Castro de características parecidas y, entre ellas, ésta de San Pedro en Castarlenas.
Para aunar esfuerzos en pro de su restauración os reclamamos el esfuerzo de todos.

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