Para saber cómo se vive en un pueblo hay que hablar con sus vecinos y comprobar su nivel de entusiasmo. En este termómetro de apego,  Alcolea de Cinca se lleva una mención ‘cum laude’ porque, según sus habitantes, reúne todas las ventajas para vivir: servicios, buenas comunicaciones y cercanía con localidades más pobladas, asociaciones, un ambiente vecinal acogedor junto con actividades culturales y deportivas todo el año.

Así nos lo han hecho saber por ejemplo Adelina, cuya familia lleva toda la vida al frente del supermercado Disbo Chutis, que comenta que “una de las mejores cosas de Alcolea de Cinca es la movilidad, tanto a pie como en coche, por las calles de nuestro municipio”. 

Por otro lado, Pilar, de la Charcutería y Carnicería Castillón, explica que “la gente en Alcolea es muy acogedora; yo vengo de Chalamera y desde el primer día sus habitantes me han tratado estupendamente y me han acogido como una más”.

Clara Blasco, de Pitos y flautas Artesanía, destaca que Alcolea de Cinca “tiene muchos enclaves naturales que visitar como Las Ripas. Además son hay que olvidar la gran variedad gastronómica que hay en el municipio donde las tapas son muy demandadas. En el lado histórico-cultural este año se cumple el 120 aniversario del nacimiento de Ramón J. Sender, que vivió en la localidad, que esperamos podamos celebrar”.

Para María, de Muebles Ramos, “Alcolea es un pueblo dinámico, con mucho comercio, ocio, servicios e industrias que hacen que vivir en este municipio sea atractivo tanto para jóvenes como para mayores. Es un pueblo que da muchas oportunidades de negocio a emprendedores y a empresas que quieren iniciar o establecer una actividad e incluso a familias que quieren comenzar una nueva vida en un entorno rural y con futuro”.

BEGOÑA NASARRE, ALCALDESA

Alcolea de Cinca, lugar para vivir por su constante desarrollo gracias a la diversificación de sectores con industria internacional; papel y cartón. Empresas familiares con proyección nacional; cerámica, embalajes y palets. Ganadería y agricultura con una importante modernización de regadíos en simbiosis con un consolidado emprendimiento vecinal agroalimentario con cultivos autóctonos como arroz Niral o aceite flor de sal. 

Un lugar para vivir por la calidad de sus gentes, solidaridad, dinamismo asociativo, artesanía, comercio con establecimientos de todo tipo, destacando hostelería y gastronomía con numerosos reconocimientos nacionales que paralelamente a la oferta de servicios educativos, sociales, deportivos y culturales hacen una atractiva carta de presentación donde desarrollar un proyecto de vida. 

Enclave mágico con la protección de las Ripas, patrimonio natural incomparable con el discurrir del río Cinca, enmarcado en un entorno medioambiental que sorprende. Descubre Alcolea, un lugar para quedarse.

CHUSA GARCÉS. ESCRITORA. 

El lugar de un hombre, Paseando por la infancia de Ramón J Sender. 

Pasear por Alcolea es inevitablemente enfocar nuestra mirada en uno de los escritores más relevantes que ha tenido la literatura española, Ramón J Sender,   ( 1901- 1982) originario de Alcolea donde pasó su infancia. 

 Entramos en su territorio por la carretera de Chalamera y nos encontramos con una mole, una importante formación geológica, Las Ripas, que confiere al pueblo identidad propia de la que Sender escribió:

“…El pueblo estaba dominado por una montaña cortada a cuchillo que se alzaba junto con las últimas casas. Era un rompiente natural de doscientos metros de altura en cuya cima, presidiendo todo, había una cruz de hierro. Esa cruz se recortaba sobre el cielo claro y protegía la aldea, según decían, contra rayo y pedrisco. En la rompiente, que venía a ser como una cortina de roca arenisca, hacían sus nidos las águilas y los esparveres…”

La colores de la entrada marrones veteados de rojizos nos podrían transportar a cualquier zona del lejano oeste y es por ello que en los años sesenta se eligieran como escenarios de algunos westerns. El lugar está rodeado de elementos mágico mitológicos. Allí se enclavan leyendas como la de la bruja Cristineta que utilizaba la altura de las montañas para iniciar sus vuelos y otras más cercanas en el tiempo como El milagro de Alcolea de Pedro Saputo contada por el escritor Braulio Foz (1791-1865).

Sin duda, Las Ripas, es un lugar especial para perderse haciendo senderismo por sus innumerables rutas, para descubrir historias de otros tiempos, encontrarse con Sender o desconectar disfrutando del birdwatching. 

 Siguiendo por la carretera, ya en el pueblo, nos encontramos con la cruz  de la que nos habla Sender, presidiendo la plaza de la iglesia donde se encuentra la casa familiar en la que Sender niño  jugaba y tenía una visión privilegiada de las Ripas. 

 “ …Cuando era niño (lo recordaba con emoción) en mis soledades hablaba con las “Ripas”, con los esparveres y con aquellas oquedades negras en donde se localizaba lo irreal de mi infancia…” 

 Sender lo recuerda con añoranza, Anchel Conte, escritor originario de Alcolea, lo menciona frecuentemente en sus poemas. Es aquí, en este lugar, donde todos nos sentimos reflejados.  Aquí donde cualquiera que pasee por los paisajes de Alcolea se encuentra en un lugar sin tiempo, donde Sender estará eternamente presente. 

Fragmentos extraídos de El lugar de un hombre, Ramon J. Sender 

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