El obispo de Barbastro-Monzón declara nuevas medidas sobre la Semana Santa

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El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, ha hecho públicas una serie de disposiciones sobre las celebraciones de la próxima Semana Santa debido a la alarma sanitaria declarada por la pandemia del COVID-19 en relación a la pandemia del COVID-19, y las consiguientes medidas de confinamiento y distanciamiento social que han sido promulgadas, y de acuerdo con los decretos de la Congregación para el Culto Divino y las recomendaciones de la Conferencia Episcopal Española. En un decreto con fecha de hoy, miércoles 1 de abril, se establece lo siguiente:

1. La Misa Crismal se mantiene el Martes Santo, día 7 de abril, a las 17 horas, en la Casa Sacerdotal de Barbastro. Esta celebración se realizará a puerta cerrada y el Obispo estará acompañado por los residentes de la comunidad en representación del Presbiterio diocesano. La renovación de las promesas sacerdotales se hará en la celebración jubilar de las Bodas de Oro y Plata sacerdotales. Y la distribución de los Sagrados Óleos, en la fecha que se anunciará oportunamente, cuando la situación sanitaria se haya normalizado. Mientras tanto, seguirán utilizándose los Óleos consagrados en la Misa Crismal del año pasado.

2. Las celebraciones del Triduo Pascual: Jueves Santo, Viernes Santo y Vigilia Pascual, se atienen a lo dispuesto por la Congregación para el Culto Divino. Por lo tanto, el Jueves Santo el Obispo en la Casa Sacerdotal y los sacerdotes adscritos a las parroquias en sus respectivos templos podrán celebrar la Misa en la Cena del Señor, a puerta cerrada y siguiendo las prescripciones sanitarias vigentes. Se omitirá el lavatorio de los pies y al final de la Misa, el Santísimo Sacramento se reservará sin procesión en el Sagrario. Se concede excepcionalmente a todos los sacerdotes la facultad de celebrar en este día la Misa en un lugar digno de sus domicilios, naturalmente, sin pueblo. Los sacerdotes que no celebren la Misa en la Cena del Señor rezarán las Vísperas correspondientes a este día (cf. Liturgia Horarum).

El Viernes Santo, el Obispo en la Casa Sacerdotal y los sacerdotes adscritos a las parroquias en sus respectivos templos podrán celebrar la Pasión del Señor conforme a la liturgia del día, a puerta cerrada y siguiendo las prescripciones sanitarias vigentes. Para la oración universal se establece que se rece una intención especial por los enfermos, los difuntos y las personas que han sufrido la pérdida del algún ser querido a causa de esta pandemia, y por todos aquellos que llevan a cabo sus labores de atención y ayuda, profesional o voluntaria, a quienes están más afectados por esta situación, por las circunstancias o por sus limitaciones particulares. (cf. Missale Romanum, p. 314, n.13).

La Vigilia Pascual se celebrará en la Casa Sacerdotal de Barbastro y en los templos parroquiales donde sea posible, a puerta cerrada y siguiendo las prescripciones sanitarias vigentes. Se omitirá el “lucernario” con el que habitualmente comienza la Vigilia, se encenderá el Cirio Pascual y, omitida la procesión, se proclamará el Pregón Pascual o “Exsultet”. Se continuará con la “liturgia de la Palabra” y, en la “liturgia bautismal” sólo se renovarán las promesas bautismales (cf. Missale Romanum, p. 371, n. 55). Finalmente, se celebrará la “liturgia eucarística”.

Respecto al Domingo de Ramos y Domingo de Pascua, se seguirá la pauta que se ha venido aplicando para las celebraciones dominicales desde que comenzó la pandemia.

Teniendo en cuenta el mencionado Decreto de la Congregación para el Culto Divino y oído el parecer de la Delegación Diocesana para las Cofradías y Hermandades, dispongo que este año no tengan lugar las habituales expresiones de piedad popular y procesiones ni se trasladen para otra fecha, por considerar que es la opción más coherente con la tradición diocesana.

En cuanto a los Monasterios y Comunidades Religiosas, aquellas comunidades que puedan contar con su capellán, guardando todas las indicaciones señaladas por las autoridades sanitarias, pueden celebrar, a puerta cerrada, los oficios litúrgicos del Triduo Sacro. Aquellos monasterios o comunidades religiosas que no puedan ser atendidas por su capellán sustituirán los oficios litúrgicos del Jueves y Viernes Santo por el oficio de Vísperas de dichos días, y la Vigilia Pascual, por el oficio de lecturas del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.

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