Cincuenta y siete senderistas de entre 11 y 85 años participaron el pasado domingo en la excursión “clásica” de primavera entre Graus y Capella organizada por el Centro Excursionista de Ribagorza, CER, que tuvo como colofón una gran comida campestre para setenta y cinco comensales organizada en el merendero capellense gracias a la inestimable colaboración de los integrantes de la Peña La Meliguera cuyos asociados se desvivieron para que la experiencia fuera agradabilísima.
Los excursionistas salieron de la Glorieta de Joaquín Costa de Graus a las ocho de la mañana e iniciaron un recorrido cuasi circular remontando por pistas y senderos el valle del Ésera hacia la zona de Fabardo en dirección a los términos de Benavente –Benavén- por cuya Cruz pasaron y Bellestar. En la ermita de San Martín de Bellestar, tras unas dos horas de marcha, se realizó la parada para que los participantes pudieran almorzar antes de dirigirse hacia la casona de La Miranda, prácticamente ya en el interfluvio entre los valles del Ésera y el Isábena y con una muy bonita vista tanto de Capella como del caserío de Colloliva, el Turbón y la sierra de Panillo.
Pero la excursión no se dirigió hacia Capella sino que remontó hacia el noreste para llegar hasta la casa abandonada de La Matosa, en el punto más alto del recorrido, y descender desde allí hacia Torrelabad, cruzar un poco más abajo sobre el Isábena y marchar por el camino que bordea la orilla izquierda del río hacia el impresionante puente medieval de Capella y tras salvarlo acabar definitivamente sobre la 13,30 en el meredendero contiguo donde se celebró la animada comida a base de judías con oreja y cordero a la brasa que pone desde hace años el punto y final a esta “clásica” de primavera del CER.
Veintidós kilómetros de recorrido, salvando 538 metros de desnivel positivo acumulado y algo menos, 504, de desnivel negativo desde los 442 metros de altura mínima de la excursión hasta los 838 en que se encuentra el punto más alto de la excursión que los excursionistas recorrieron en cinco horas y veintiún minutos, de las que cuatro horas y cuarenta y dos minutos fueron de marcha efectiva… son algunos de los datos de esta excursión que recorrió parajes de los entornos grausino y capellense muy desconocidos para buena parte de los participantes.
