¿Cuáles son los proyectos de mayor envergadura que habéis llevado a cabo en el Centro de Desarrollo del Somontano?
A lo largo de los años nuestro trabajo se ha centrado en agrupar proyectos por municipios trasversales a toda la comarca del Somontano. Impulsamos, entre otros, la creación de la Denominación de Origen Somontano del vino, la futura DO del aceite en colaboración con almazaras y sindicatos, y la recientemente inaugurada Oficina de Turismo del Somontano en Alquézar, lugar emblemático de la comarca.
¿A largo plazo en qué sectores veis necesario invertir o seguir invirtiendo?
Los sectores a los que destinamos mayor inversión son la agroalimentación -vino, aceite, tomate rosa, etc.- y servicios como la hostelería. Además, siempre que se trata de un producto estudiamos opciones que faciliten no solo su producción, sino también su comercialización.
Esto contribuye a mantener la economía e identidad de la zona. En el caso de la DO del aceite por ejemplo, ayudará a conservar el olivo y paisaje tradicional del Somontano entre otras cosas.
¿Cuáles son los principales retos a los que debéis hacer frente?
Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es la falta de relevo generacional en el medio rural. De ahí que todos los proyectos que vengan sean bienvenidos al territorio. Para hacer frente a esta realidad lideramos iniciativas como la de Pueblos Vivos, que gestionamos a nivel autonómico.
Este programa consiste en la creación de nueva vivienda a partir de edificios públicos que habían caído en desuso, especialmente en localidades pequeñas. Bajo esta premisa, las reformamos y alquilamos a nuevos pobladores, sean de donde sean.
En el Somontano ya hemos actuado en Peraltilla, Alquézar, Pozán de Vero… La lista sigue, pero si hemos recuperado 11 viviendas, se alquilan todas.