Por Lola Gª Casanova

La Comarca de Ribagorza cumple en este 2022, dos décadas de andadura. Hablamos con su presidente, Marcel Iglesias Cuartero.

– ¿Cómo valora estas dos décadas de andadura de la institución comarcal?

-De forma positiva. Ha sido un camino largo y beneficioso, no exento de dificultades, en el que se va consolidando una vertebración del territorio que afianza el objeto por el que tiene sentido cualquier administración pública: ser útiles para las personas.

– ¿Cuáles han sido, a su parecer, los grandes logros del proceso de comarcialización?

-Es un buen momento para mirar atrás y ver de dónde venimos y el largo trayecto que hemos recorrido, en mi opinión, de forma muy satisfactoria. Es indudable que la creación de la Comarca ha impulsado una visión del territorio más unitaria para enfrentarse a los retos del futuro. Ribagorza es ahora una tierra más cohesionada y consciente de su propio potencial. A esto se une el impulso de servicios esenciales que entran dentro de las competencias comarcales y que han supuesto un beneficio real y palpable para los ribagorzanos. Por citar un cambio clave, el Plan de Competitividad Turística firmado en 2009 supuso un importante impulso para ponernos en el mapa en un sector básico para nuestro desarrollo. Pero posiblemente la consolidación del Centro de Servicios Sociales sea el mayor éxito que cabe destacar por la trascendencia que adquiere en la asistencia a centenares de personas, sobre todo, nuestra población de mayor edad. Tampoco puedo obviar servicios como el transporte escolar o social que acerca la educación y sanidad a todas las poblaciones, la educación de adultos o el servicio de deportes, que llegan a casi todos los rincones, o la gestión sostenible de los residuos domésticos.

Pero más en general, la comarcalización ha servido para dos objetivos importantes. Por un lado solventa el problema de la atomización de la planta municipal en nuestro país, sin restar identidad y autonomía a los municipios. Por otro lado es un elemento de descentralización de la Comunidad Autónoma, lo que se traduce en mayor cercanía de la Administración al ciudadano, el traslado al medio rural de puestos de trabajo en el sector público, así como una mejor adecuación de las políticas a la realidad de cada territorio.

– ¿Qué aspectos se deberían mejorar en los servicios que presta la comarca?

-Siempre quedan muchos aspectos que mejorar, de hecho mejorar es nuestro objetivo principal. Tratar de mejorar en la calidad de todos los servicios que prestamos es nuestra labor del día a día. Por otro lado, la sostenibilidad medioambiental es un elemento transversal al que estamos dando mucha importancia, impulsando el compostaje doméstico, modernizando la flota de vehículos de la recogida de residuos urbanos para reducir la huella de carbono o con acciones de concienciación a la ciudadanía. La próxima apertura del Punto Limpio de Graus, que se unirá a los existentes en Benabarre y Benasque, ampliará los canales para fomentar el reciclaje.

– A quienes opinan que existen demasiadas administraciones (ayuntamientos, diputaciones, comarcas…), ¿qué les diría como alcalde y como presidente?

-Que se acerquen a conocernos, a ver la labor que hacen los técnicos y profesionales que atienden al ciudadano. La cercanía con los vecinos, conocerlos, ponerles nombres y cara es un valor extraordinario para el fin político. Pienso que este debate se ha extinguido por el rotundo peso de la realidad y de la eficacia que administraciones como los ayuntamientos y las comarcas, así como las diputaciones provinciales, demuestran para mejorar la vida de las personas.

Ribagorza es un ejemplo más que válido. Somos 34 ayuntamientos, pero casi 200 pequeños pueblos, en muchos casos con pocos habitantes y diseminados en un territorio amplio con unas condiciones geográficas de montaña. Los alcaldes y alcaldesas, los consejeros y consejeras comarcales, viven esta realidad, en ocasiones no sencillas, por lo que son ellos los mejores para comprender las necesidades y circunstancias propias de cada lugar, porque son propias, proximidad que agranda ese compromiso con y para sus vecinos. Los pequeños municipios no somos capaces de prestar el nivel de servicios actual por nosotros mismos, la Comarca es una forma de unirnos para poder prestarlos de forma eficaz y eficiente, pero manteniendo la identidad de todos y cada uno de los municipios.

Este conocimiento y apoyo es trascendental para asumir la mejora de la gestión. La coordinación de las instituciones, punto básico en la creación de las comarcas, potencia el desarrollo de servicios básicos en el día a día, en aspectos que, gestionados desde las capitales autonómicas o estatales, que están para otros cometidos igualmente esenciales, perderían esta transmisión inmediata y empática. La gestión pública desde el contacto directo con los ciudadanos es muy exigente, pero esa exigencia hace que tratemos de mejorar los servicios públicos día tras día.

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